Zapopan, Jal., 21 de octubre. Lágrimas, rabia, impotencia, dolor y un “chin…” se escuchó en el área de calentamiento cuando el equipo mexicano de nado sincronizado vio las calificaciones de Brasil, para confirmar el robo del metal de bronce panamericano que las jueces les quitaron.

Tres integrantes no soportaron más y terminaron a la orilla de la alberca, donde fueron consoladas con aplausos de los empleados de limpieza del Centro Acuático, mientras un indignado público reclamó lo que entendió como despojo del que fueron objeto las tricolores, luego de la rutina libre que ofrecieron.

Silbidos y abucheos recibieron las jueces, entre los que figuran dos hombres. En una parte de las tribunas, los espectadores levantaron cartulinas con calificaciones de dieces, pero a las seleccionadas no había forma de consolarlas.

Casi un punto fue la diferencia. Las locales contabilizaron con la rutina libre 89.125 para un total de 175.875, y aunque estuvieron por encima de las brasileñas. que sacaron 88.800, ya tenían perdido desde el martes el tercer puesto con la impresión técnica (87.626), para despedirse sin aplausos (176.426) de la instalación ante una rabiosa afición.

Las anfitrionas nadaron con el corazón explicó la entrenadora Adriana Loftus, quien estuvo con algunas de sus pupilas. Unas llegaron con los ojos rojos e hinchados, la mirada perdida y otras haciendo esfuerzos durante la rueda de prensa para negar que les habían robado y preferían mejor expresar: Dimos el mejor esfuerzo, pusimos el nombre de México en alto y nos quedamos con eso, dijo Mariana Cifuentes.

La auxiliar del equipo canadiense, de origen asiático, no daba crédito a la calificación que se dio al equipo anfitrión y consolaba a las mexicanas con abrazos.

Las tricolores se presentaron con la rutina del Mundial de Shangai y el mismo vestuario, aunque en esta ocasión mejoraron la coreografía con la música de la película Ninja Asesino y fueron superiores que las amazónicas.

Las canadienses cerraron con doblete dorado y dos visas olímpicas a Londres con su equipo (190.388) que se apoderó del oro y el dueto del día anterior. Estados Unidos repitió otra plata (179.588).

Argentina dejó a un lado el glamour y salió con el uniforme de la selección de futbol de su país y con el número 10 en tributo a Diego Armando Maradona al compás de la Copa de la Vida para terminar en sexto lugar.