El presidente Felipe Calderón advirtió ayer que la inseguridad, asociada a grupos delictivos, se encuentra en toda la cadena migratoria, incluso allende la frontera con Estados Unidos. A nivel interno, precisó que hay diversos factores que provocan o detienen el flujo migratorio, entre los que se encuentran los aspectos económicos, pero también la violencia expulsora.

No nos vengan a decir que estas rutas de control de tráfico de drogas, personas, armas y de dinero se acaban en el río Bravo. Yo creo que ahí empieza lo verdaderamente rentable, aseguró.

El verdadero negocio está a todo lo largo de la ruta migratoria, aunque el ingreso mayor está de aquel lado, dijo.

En la inauguración del foro Migración Internacional Segura, Calderón señaló que en la medida en que Estados Unidos continúe exacerbando los frenos a esta movilidad, en esa misma magnitud la economía del vecino país perderá oportunidades de desarrollo y competitividad.

Dijo que la migración sigue y está llegando a un punto de estabilización en el que la tasa neta (diferencia entre los migrantes que van menos los migrantes que regresan a México) está llegando a cero después de que alcanzó siete u ocho puntos, según un estudio de la Universidad de Princeton sobre la caída de oportunidades educativas y laborales en Estados Unidos, mientras que en México, aseveró, las alternativas en esta materia van en ascenso.

Durante el foro, el mandatario y más tarde especialistas, funcionarios y legisladores de diversos países destacaron signos del endurecimiento de la política migratoria estadunidense en los años recientes, que se manifiesta en el incremento de deportaciones expeditas, incluso en contra de mexicanos que tenían muchos años de residencia y sus hijos nacieron en esa nación.

Al respecto, advirtió: Los gobiernos no podemos apostar por la cerrazón y tratar de detener los flujos migratorios por decreto, y tampoco negar esa realidad mediante legislaciones o acciones xenofóbicas, represivas y mucho menos violatorias de los derechos humanos.

Hizo un recuento de los factores positivos de la movilidad humana, pero también de la vulnerabilidad con la que se trasladan los migrantes, situación que los convierte en presa fácil de la expansión criminal.

Las rutas de migrantes, añadió, están ocupadas por redes clandestinas de traficantes de personas, esto es, polleros y coyotes de organizaciones internacionales que buscan apoderarse lo mismo de la migración que de rentas ilícitas derivadas de la venta de alcohol adulterado y gasolina robada, trata de personas, prostitución, piratería, etcétera.

Alentar el odio

Luego, al comentar los resultados de las migraciones internacionales y la necesidad de atender el fenómeno, señaló que en el caso de la frontera México-Estados Unidos, si se revisa cualquier libro de economía serio (distintos a los que sólo tienen pura ideología y rollo, porque eso hemos padecido mucho en América Latina, expresó), se concluye que el capital y el trabajo invariablemente se necesitan. 

Así que economías asimétricas como la mexicana y la estadunidense se complementan y forman parte de un fenómeno natural de integración.

Durante su discurso, pronunciado en la Secretaría de Relaciones Exteriores, con la asistencia de representantes de la Scalabrini International Migration Network, funcionarios mexicanos y Margarita Zavala, subrayó que el fenómeno no debe ser visto como una amenaza para nuestras sociedades.

Todavía existen amplios sectores que no quieren ver los beneficios de la migración y, por ello, dijo, alientan el odio, las redes clandestinas de polleros y coyotes controladas por organizaciones criminales internacionales.