En nombre del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), Édgar Cortez refirió que el diálogo entre el presidente Felipe Calderón y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que encabeza el poeta Javier Sicilia, fue más bien un desencuentro. No hubo resultados; las víctimas iban con expectativas de justicia y se encontraron con la cerrazón del Ejecutivo federal.

Agregó que en esa reunión víctimas y organizaciones salieron sin respuestas y sin soluciones. Se repite ese ciclo en que en el mejor de los casos te reciben, pero no te escuchan ni te resuelven. Un Ejecutivo está en ese papel para responder a la ciudadanía, pero lo que vemos es sólo cerrazón y desdén.

El activista señaló que el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad tendrá que revisar sus propias estrategias. Esa organización ya había planteado el llamado a la resistencia civil pacífica; ahora tendrán que revisar si después del desencuentro con el Presidente es la vía que se debe concretar.

La demanda fundamental y la exigencia es romper con la impunidad y lograr la justicia para las víctimas y sus familiares, subrayó Cortéz, pero mientras la impunidad siga siendo la constante y el resultado la falta de justicia, creo que podemos sentirnos insatisfechos con lo que se está viviendo en el país. Viene un momento en el que el movimiento de Javier Sicilia tendrá que revisar qué sigue.

Destacó que el presidente Felipe Calderón tiene que responder por toda una serie de hechos delictivos: 10 mil desaparecidos, más de 40 mil muertos y los desplazados; todos ellos tienen origen en esta guerra; no quiere decir que el Presidente ordenó todos y cada uno de estos delitos, pero él es el último responsable de la política de seguridad pública en el país.

Cortez consideró que el obstáculo es que muchas de las instancias fundamentales que tendrían que servir para esto, como la Procuraduría General de la República (PGR), dependen de él (del Presidente) y se vuelve parapeto para garantizar la inmunidad. Esto nos debe llevar a revivir el tema de la autonomía de las procuradurías.

Por su parte, Fabián Sánchez, de la organización Litigio Estratégico en Derechos Humanos (Idheas), señaló que sin lugar a dudas hubo un desencuentro en la reunión del alcázar de Chapultepec, porque el gobierno federal está empecinado en su estrategia y sus programas. Quien falló fue él, advirtió.

Dijo que es deseable que el gobierno recapacite, porque las evidencias están puestas y el movimiento tiene muy claro dónde están las inconsistencias. Existen alternativas a las estrategias oficiales que han seguido, pero Calderón está empecinado en continuar con su táctica.