El guitarrista Carlos Santana reunió 20 mil seguidores en su concierto en Guanajuato
México legalizará la mariguana para acabar con la violencia
Hizo un llamado a abrir la conciencia
y liberarse de la jaula
que es la religión y la política
Poseemos más recursos que EU, Alemania y Japón; lo que nos falta es estar unidos, tener fe
Con la música se tiene que curar la conciencia de México; todos nos mojamos igual cuando llueve, dijo el guitarrista de Autlán, JaliscoFoto cortesía de Gerardo García
Lunes 17 de octubre de 2011, p. a15
León, Gto., 15 de octubre. El músico Carlos Santana Barragán vino a México a presentar su música ante más de 20 mil personas que llenaron el estadio de futbol Nou Camp de León, Guanajuato, y a dar un mensaje de paz, libertad y amor.
México tomará una decisión importante que repercutirá a nivel internacional: legalizará la mariguana para acabar con la violencia
, vaticinó el intérprete de Mujer de magia negra, con tal firmeza y confianza que su público lo ovacionó.
La ciudad de León vivió una mágica noche negra con un concierto de tres horas, en que el guitarrista hizo un llamado a abrir la conciencia de México
y liberarse de la jaula
que es la religión y la política.
En punto de las 10 de la noche el jalisciense apareció en el escenario acompañado de su esposa Cindy Blackman, en la batería, además de su banda habitual.
Con su guitarra Paul Reed Smith, el músico, originario de Autlán, regresó al escenario en el que estuvo hace 23 años. De las cuerdas de su instrumento salieron las primeras notas de la canción Black in Black, del grupo australiano AC/DC, que enloquecieron a hombres, mujeres, jóvenes y niños.
En la zona de gradas se percibía un fuerte aroma a mariguana. Que se mochen, que se mochen
, gritaban algunos, entre risas.
Durante todo el concierto, organizado a beneficio del Centro Fox, el mexicano se dedicó a enviar mensajes positivos con buenos deseos para que México salga adelante.
Con la música se tiene que curar la conciencia de México; todos somos iguales, no haya nadie superior o inferior todos nos mojamos igual cuando llueve
, dijo Carlos Santana al dedicar su concierto a la Virgen de Guadalupe y a todas las mujeres del país.
“Haya que tener fe en uno mismo; haya que invertir y ver lo mejor de México, haya que ir pa’ delante. Yo no nací nacionalista, nací universal; todos somos uno ante los ojos de Dios”, externó.
Santana, quien cambió el violín por la guitarra tras mudarse con su familia a la ciudad de Tijuana y se consagró como uno de los más grandes guitarristas, agregó que la vibra de su música la ponía a disposición de todas las mujeres, porque le encanta hacerlas felices, ya que cuando uno es feliz todo cambia, hasta la economía.
Tenemos más recursos que Estados Unidos, que Alemania o que Japón; aquí se puede, lo único que nos falta es ser unidos, tener fe
, comentó.
Santana fue tocando sus canciones; comenzó con Corazón espinado, Black Magic Woman, Oye, cómo va, María, María y Europa, que junto con sus mensajes prendieron la conciencia, el corazón y el alma de los 20 mil asistentes al concierto.
En un instante, los acordes de una de las más famosas canciones de la compositora mexicana Consuelo Velázquez invadieron la atmósfera del lugar: Bésame mucho, que fue tocada magistralmente por el tapatío y cantada a una sola voz por las almas ahí reunidas, que atestiguaron cómo surgían las notas de la prodigiosa guitarra de Santana.
Durante tres horas, el decimo- quinto mejor guitarrista del rocanrol, según la revista Rolling Stones, tocó con pasión. Su actuación fue calificada por sus fans de supernatural
.
La religión es una jaula; ser libre es creer en el Todopoderoso; haya que liberarse de las cadenas del odio y emendar los errores
, pidió mientras mantenía los ojos cerrados. Todos somos luz y amor
, exclamó.
Junto a Carlos Santana se entregaron en cuerpo y alma la baterista, Cindy Blackman, el bajista, Benny Rietveld, el guitarrista Tommy Antonhy y el vocalista Andy Vargas.
Casi al finalizar el concierto, de una de las pantallas gigantes surgió una enorme paloma blanca que parecía volar hacía el público como una forma de reiterar el mensaje de paz para México.