A dos semanas de que se celebre la elección del nuevo Consejo Político Nacional y de consejeros estatales del PRD, se ahondan las fisuras entre las corrientes dominantes en el sol azteca. Ayer se acusó de fraude a los sectores Nueva Izquierda (NI), Alternativa Democrática Nacional (ADN) y Foro Nuevo Sol (FNS), llegando al extremo de exigir la renuncia de Jesús Zambrano Grijalva a la presidencia del partido.

En respuesta, NI anunció que el proceso del 23 de octubre se realizará como lo anunció y organizó la Comisión Nacional de Elecciones. Los chuchos advirtieron que no aceptarán presiones que pongan en peligro el proceso electivo. Este lo conduce un órgano autónomo interno, y no responde a los intereses de las corrientes ni de los acuerdos que éstas asuman, sostuvo Miguel Barbosa, presidente de esa organización.

Exigió mesura a la corriente Democrática Nacional porque no se pueden admitir condiciones de excepción para controlar el proceso.

Antier, Izquierda Democrática Nacional (IDN), encabezada por René Bejarano y Dolores Padierna, cerró la oficina de la comisión nacional de elecciones en protesta porque –a decir de ese grupo– está controlada por NI, ADN y FNS, que se arrogaron las formas de organización de la elección del 23 de octubre e impusieron a tres empresas encargadas de imprimir las boletas para votar. Los quejosos demandaron transparencia y pluralidad en la conformación de la estructura organizativa.

Ayer en la sede nacional del PRD, los grupos en conflicto ofrecieron por separado su versión acerca del proceso electoral; mientras NI sostuvo que no cederá a los chantajes de ningún grupo, IDN, por conducto de Alejandro Sánchez Camacho y Manuel Oropeza, denunció que se prefigura un fraude porque los chuchos controlan los recursos y las carteras más importantes del órgano encargado de la elección.

Tanto Alejandro Sánchez Camacho como Oropeza –asambleísta el primero, y gente del PRD en el DF el segundo– consideraron indispensable la renuncia de Zambrano, por su “irresponsabilidad “y omisiones en la organización del proceso electivo, porque ha resultado incapaz de destrabar las contradicciones generadas en días recientes, de las cuales subyace la marcada influencia de Nueva Izquierda en la comisión nacional de elecciones.

Sánchez Camacho expuso que las tensiones entre las corrientes llevaron a René Bejarano a buscar una reunión con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, para que interceda en el conflicto por la elección de los consejeros.

La respuesta de Zambrano fue inmediata. En un comunicado, llamó a todos los liderazgos del PRD a participar en unidad en el proceso, que contribuya a mostrarlo como una opción de gobierno para las elecciones federales.

En la elección de los consejeros, por mandato del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, se prevé que participen un número considerable de perredistas (de los 3 millones 150 mil que, se dice, conforman el padrón), en más de 4 mil casillas instaladas en el país.