Los únicos aspirantes a ganar la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República, Manlio Fabio Beltrones y Enrique Peña Nieto, calificaron la elección abierta y directa del abanderado priísta como el método propicio en la construcción de la unidad interna.

Al concluir la sesión del Consejo Político Nacional del Revolucionario Institucional, en el cual se extinguió el riesgo de incurrir en la cargada a favor del ex gobernador mexiquense, el senador Beltrones sorprendió a quienes esperaban ver sangre correr, la división o una ruptura dentro del tricolor.

Justo al quedar instalado el consejo, cuando los vítores comenzaban a retumbar en el auditorio Plutarco Elías Calles de la sede nacional del PRI, Beltrones bajó del presídium para encaminarse a la primera fila, donde permanecía sentado Peña Nieto.

El ex gobernador mexiquense se incorporó de pronto, y el sonorense lo abrazó y le dijo: ¡bienvenido! Ya los dos somos consejeros políticos.

De ahí en adelante los priístas comenzaron a ponderar la unidad, y el consejo resultó para ellos un éxito. Antes de retirarse del evento, el senador Beltrones ratificó esa visión: esto manifiesta un partido bien organizado, que ha coincidido en todas las reglas, las convocatorias y lo necesario para poder construir con éxito una elección el próximo año. También muestra a un partido que ha coincidido en todos los procedimientos.

Al preguntarle sobre lo que habrá de venir dentro de su partido en los próximos meses, respondió que se acerca la presentación del programa de cada uno de los candidatos con objeto de resolver la intrincada problemática nacional.

Estoy muy interesado en construir ese proyecto de país. Sigo insistiendo en que esto es lo importante y que después de la convocatoria habremos de tomar decisiones. Que nadie coma ansias... iniciar con orden significa que se lleva una buena ruta, y coincido también con la dirigencia nacional en que a partir de ahora nos debemos concentrar en construir el proyecto. Posteriormente, la convocatoria, que traerá ya definiciones específicas para la selección de candidatos y la toma de decisiones.

–¿Se mantendrá la unidad, senador? –se le preguntó.

–Mientras exista profesionalismo e ideas de país, no hay quien pueda dudar de la unidad.

Relación cordial

A su vez, Enrique Peña Nieto se sumó a la idea de unidad priísta, porque creo que se acredita una gran civilidad y, sobre todo, un clima de gran armonía en el partido, que está permitiendo procesar lo que la legislación electoral determina, los estatutos del partido y creo que esta condición, sin duda, le da una gran fortaleza a nuestro partido, a quien será nuestro candidato, y en ésa está la aspiración de un servidor y esperando que lleguen los tiempos para iniciar los trabajos de participación en este proceso, y creo que veo un partido verdaderamente sólido.

Al preguntarle sobre los abrazos que intercambió con Beltrones (primero el senador acudió al lugar del mexiquense, y luego éste fue al sitio en que estaba el sonorense), respondió:

–Hay muy buenas señales. Yo quiero agradecerle al senador Beltrones este gesto que tuvo para con su servidor, que acredita que hay una relación cordial de respeto, de diálogo permanente, y que, evidentemente, quienes hemos decidido, hemos tenido pronunciamientos de participar en esta contienda dentro del partido, estaremos muy pendientes de la llegada de la convocatoria y de la definición.