Los Ángeles, 28 de septiembre. El asistente personal de Michael Jackson describió este miércoles, en el segundo día del juicio a Conrad Murray, el pánico del médico el día de la muerte de la estrella del pop y su propuesta de sacar unas cremas de la casa del Rey del pop.

La corte escuchó también que Murray afirmaba reiteradamente que el icono pop estaba en buen estado de salud, en los días anteriores a su muerte.

El martes, el juicio abrió con evidencia sobre la salud de Jackson y afirmaciones opuestas de la fiscalía y la defensa sobre la causa de su muerte, mientras este miércoles los abogados comenzaron a entrar en detalles.

El testimonio más impactante vino de Michael Amir Williams, quien fue asistente del músico durante dos años, hasta su muerte.

Contó que el doctor le dejó un mensaje telefónico pidiendo que llamara a un guardia de seguridad. Si me hubiera dicho que llamara al 911, lo habría hecho (...) Pero pidió llamar a un guardia y lo llamé.

Cuando hablaron, Murray “dijo: ‘ven aquí inmediatamente, Jackson tuvo una mala reacción, ven inmediatamente’, dijo ‘manda a alguien acá inmediatamente’”, narró Williams en la Corte Superior de Los Ángeles.

En el momento en que el asistente llegó, 30 o 40 minutos después, a la mansión del cantante en el adinerado barrio Holmby Hills, al oeste de Los Ángeles, todo era una locura; llegué cuando ya estaban bajando la camilla, dijo.

El testigo recordó el último ensayo del cantante, el 24 de marzo. Señaló que Jackson estaba muy bien y el espectáculo era impresionante.

Estado de salud, crucial

El estado de salud de Jackson es crucial en el juicio al médico por homicidio involuntario, que debería durar unas cinco semanas.

Williams contó que la mañana del 25 de junio de 2009, mientras los paramédicos llevaban a Jackson al hospital, la prensa ya estaba investigando y esto lo forzó a esconder de las cámaras a los hijos de la estrella, Prince Michael, Paris y Blanket. Me saqué la chaqueta y los cubrí, uno a uno, y los llevé al hospital. Había cámaras por todas partes.

Luego de que se declaró la muerte del autor de Thriller, el asistente contó lo que calificó de rara conversación con Murray. Yo estaba en el pasillo. Hablábamos de lo horrible que era esto.

Después me dijo que había unas cremas en el cuarto de Michael (...) y que él no querría que el mundo las viera. Me pidió que yo o alguien lo llevara a la casa para sacarlas.

El asistente le negó el favor, simulando que no tenía las llaves de su vehículo.

En audiencias preliminares se había escuchado que Murray había pedido que sacaran equipos médicos, supuestamente entre ellos botellas de propofol, de la habitación de Jackson, antes de que llegara la policía.

Por otra parte, el jefe de la guardia de seguridad de Michael Jackson contó la forma en que los hijos del cantante se descompusieron cuando vieron que le daban masajes cardiopulmonares a su padre, aparentemente muerto.

La familia de Jackson, incluyendo a su madre, Katherine, volvió a asistir a la corte sin hacer comentarios a la prensa.