Incluso los temas más nimios o insospechados tienen siempre algo que aportarnos, asegura el escritor y periodista David Martín del Campo, quien a partir de esa idea se ha abocado durante los más recientes 15 años a dar cuenta del acontecer cotidiano mediante artículos periodísticos.

En particular, su interés está centrado en los tránsitos temporales y la vertiginosa evolución que se suscitan en la sociedad actual, desde las perspectivas de la cultura y la civilización.

Como resultado de esos tres lustros de trabajo, el autor tiene en su haber cerca de 800 artículos en ese tenor, de los cuales seleccionó una centena para integrar el libro El azul de Van Gogh, publicado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), en la colección Periodismo cultural.

El volumen se divide en cinco apartados temáticos, entre ellos el de vida cotidiana, la semblanza de personajes y las crónicas de viaje.

Riquezas y miserias

“El sentido de hacer artículos culturales es explicar al lector los tránsitos, la evolución de la realidad, los fenómenos sociales. En este caso son los fenómenos culturales, aunque también me preocupo mucho por los de civilización, como la desaparición del vocho, la irrupción del fastfood y las hamburguesas”, comenta David Martín del Campo en entrevista.

“Escribo de lo que se me da mi regalada gana, es un acto de libertad. Soy más libre cuando escribo mis artículos que cuando no lo hago, porque no me veo limitado a escribir como la mayoría (de los periodistas) debe hacerlo de los temas en boga: los decapitados en Guerrero, las toallas de Fox o la elección de Obama.

Claro que esos son asuntos importantes, pero desde mi posición puedo pensar en temas que, en su aparente intrascendencia, hablan de la vida cotidiana, de nuestras riquezas y miserias. Eso es finalmente la existencia.

Nacido en el Distrito Federal en 1952, reportero varios años en diversos medios impresos (entre ellos La Jornada), y autor de más de 30 libros, David Martín del Campo atribuye al español Antonio Machado, quien es su poeta de cabecera, su certeza de que todo aspecto de la vida puede ser motivo de reflexión.

Machado hizo un poema a las moscas; eso me da pie para atreverme a escribir de lo que sea. En la aparente intrascendencia hay resquicios muy importantes para explicarnos la vida, mejor dicho, para tratar de hacerlo, porque digamos lo que digamos, es inexplicable, asombrosa.

La nostalgia, sostiene, es el principal ingrediente de la gran mayoría de artículos que integra el mencionado libro, así como de los que continúa escribiendo, porque gusta mucho de hablar de los tránsitos temporales, que ahora son tan vertiginosos que pareciera que del siglo XX no pasamos al XXI, sino que dimos el salto al XXIV. Esto, por la velocidad terrible en que vivimos.

Amor por el lenguaje

Definir cuál faceta tiene más peso sobre su persona, si la de periodista o la de escritor, es algo complicado para David Martín del Campo, quien asume a la primera como su esposa y a la segunda como su amante, y asegura que nunca dejará a ninguna.

Los dos oficios lo conducen de la mano a un profundo amor por el lenguaje, sobre el cual considera que, en términos generales, es un bien despreciado, al que se le trata como a la envoltura de un chocolate.

Sí, hay que querer y amar a la Patria, pero lo mismo a nuestro idioma, que es muy importante, entre otras cosas, porque nos hermana con un tercio de los habitantes del planeta. Amarlo es conocerlo bien, valerse de su riqueza y uso correcto.

El libro El azul de Van Gogh será presentado hoy a las 19 horas en el Museo Nacional de Culturas Populares (avenida Hidalgo 289, Coyoacán), con la participación del poeta Hugo Gutiérrez Vega, Julio Trujillo y Mauricio Carrera, entre otros.