Critica que la jerarquía diocesana de su país carezca de fuerza espiritual
Domingo 25 de septiembre de 2011, p. 38
Erfurt, 24 de septiembre. El papa Benedicto XVI terminó hoy su visita en la región alemana que tiene el menor número de católicos, el territorio de la desaparecida República Democrática Alemana (RDA), y aunque elogió la tenaz voluntad de los germanorientales de seguir con la Iglesia de San Pedro, atribuyó la pérdida de fieles a la lluvia ácida
producida por una dictadura parda y una roja
.
El pontífice nacido en Alemania arremetió contra la jerarquía diocesana de su país porque, dijo, cuenta con una organización excelente
, pero carece de fuerza espiritual
.
Antes de que Benedicto XVI abandonara Erfurt, donde la noche del viernes se reunió con dos mujeres y tres hombres víctimas de abusos sexuales por religiosos católicos, la Red de Afectados por la Violencia Sexual en Alemania emitió un comunicado en el que tachó de hipócrita
la acción de Joseph Ratzinger, ya que sólo intenta silenciar, tapar o negar los hechos.
Antes, un hombre disparó con un rifle de diábolos contra los agentes de la policía que custodiaban la zona donde Benedicto XVI oficiaría una misa al aire libre, ante unas 30 mil personas. Los agentes detuvieron al agresor, quien aseguró que su protesta fue contra el exceso de vigilancia en la ciudad, situada en el corazón de la desaparecida RDA, que sólo tiene 7 por ciento de católicos.
En su homilía, Benedicto XVI elogió el fervor de las generaciones pasadas de alemanes, a pesar de lo que llamó las dificultades
del país. Aquí en (la región de) Turingia y en lo que era la RDA, tuvieron que soportar una dictadura parda y una dictadura roja, que produjeron sobre la fe cristiana el efecto de una lluvia ácida
.
En la tercera visita del pontífice a Alemania no ha habido grandes movilizaciones como en otros países y en cambio hay protestas contra la Iglesia católica por el rechazo a los matrimonios entre homosexuales y el control de la natalidad.
Por la tarde, el Papa llegó a Freiburg, en el sur del país, donde reiteró que los católicos no deben aceptar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Freiburg es un bastión católico en este país con 26 millones de miembor sd esa confesión de una población de 82 millones. Aquí, Ratzinger se entrevistó con el político cristianodemócrata Helmut Kohl, el ex jefe de gobierno que encabezó la reunificación alemana hace dos décadas, y cuestionó el trabajo diocesano alemán.
En Alemania la Iglesia está organizada de forma excelente. Pero detrás de las estructuras, ¿se encuentra también la fuerza espiritual que le corresponde, la fuerza de la fe en un Dios vivo? Sinceramente, debemos decir que hay un exceso de estructuras en comparación con el espíritu.