Domingo 25 de septiembre de 2011, p. 8
París, 24 de septiembre. Tres años después de terminada, la película mexicana Los herederos, de Eugenio Polgovsky, se estrena ahora en París con un aplauso unánime de la crítica francesa.
El documental filmado en media docena de estados mexicanos, sin comentarios y con gran sobriedad visual, cuenta la vida diaria de niños que viven y trabajan en el campo y heredan la pobreza generacional.
Por un lado, es el mundo de la explotación de los niños jornaleros que trabajan en situaciones dramáticas, una especie de esclavitud disfrazada. Por otro lado, la magia del mundo rural, la vida cultural que desconocemos como habitantes urbanos
, dice.
La película busca capturar esa herencia invisible que es la pobreza de generación en generación, a pesar de vidas de esfuerzo. Lo vemos en el rostro de esa niña de cuatro años que trabaja ocho horas diarias bajo el Sol, es el rostro de una niña viejita que mira a cámara
, explica Polgovsky. Los franceses descubren una imagen de México muy distinta de la que les llega a través de la prensa.
Me preguntan mucho por la educación de esos niños y les explico que hay muchas escuelas en el campo mexicano, pero no van porque tienen que comer y trabajar.
Elogios
El diario Le Monde la define como una especie de poema lírico que no necesita recurrir a la indignación para provocar una toma de conciencia de la urgencia de la situación
.
Al mantener hasta el final esta diferencia entre lo que nosotros sabemos de ellos y ellos mismos, que ignoran que es posible otra infancia, la cinta se hace fuerte y desgarradora
: Les Cahiers du Cinéma.
En 2008, se estrenó con éxito en la Mostra de Venecia, luego estuvo en los festivales de Rotterdam, Berlín, La Habana y 70 más y tiene el reconocimiento de la UNICEF.
A pesar de esto, no consiguió llegar a los cines franceses, hasta que un joven distribuidor, Jacques Pellissier, asumió el reto de darle una segunda vida comercial.