Mención honorífica a la mexicana Miss Bala y a trabajo de la brasileña Julia Murat
La debutante María León obtuvo la Concha de Plata por mejor actriz en la película La voz dormida
Entregan al japonés Hirokazu Koreeda galardón de mejor guión por Milagro
Domingo 25 de septiembre de 2011, p. 8
San Sebastián, 24 de septiembre. Al final, triunfó lo más inesperado: el cineasta catalán Isaki Lacuesta se alzó con la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián por Los pasos dobles, un arriesgado filme realizado en el desierto de Mali, que cuenta con la colaboración del artista Miquel Barceló.
Menos imprevisto fue el otro premio español de la noche, que recibió con los ojos llenos de lágrimas la actriz María León por La voz dormida (Benito Zambrano), emotivo drama enmarcado en el Madrid de posguerra y basado en la novela homónima de Dulce Chacón.
No sé qué es lo que empieza con este premio, pero algo está empezando
, dijo León, que debuta como protagonista. Sin embargo, le hubiera gustado que la Concha de Plata tuviera dos nombres: “Falta el de mi hermana Inma Cuesta”, declaró en referencia a su compañera en la cinta.
En uno de los palmarés más discutidos de años recientes, Lacuesta se impuso a pesos pesados como el mexicano Arturo Ripstein (Las razones del corazón) y el británico Terence Davies (The Deep Blue See) con una propuesta transgresora y de enorme belleza visual en la que rinde homenaje al artista francés François Augiéras.
Así, parece que el jurado presidido por la estadunidense Frances McDormand (Fargo) hubiera decidido ejercer de trampolín para esta producción pequeña que protagonizó uno de los estrenos más discutidos. Ya se entenderá
, dijo Lacuesta a los medios, con el galardón en mano. Hace dos años, el cineasta también se llevó a casa el premio Fipresci de la crítica internacional por Los condenados.
Además, recibieron una mención especial la cinta mexicana sobre narcotráfico Miss Bala e Historias que só existem quando sao lembradas (Historias que sólo existen cuando son recordadas), de la brasileña Julia Murat.
Por otro lado, el maestro japonés Hirokazu Koreeda se alzó con el premio al Mejor Guión por su emotiva Kiseki (Milagro), en la que narra con humor y ternura los intentos de un niño separado de su hermano para volver a unir a sus padres.
Me traje la corbata, pero olvidé los zapatos
, dijo Kore-eda, quien recogió el galardón en ropa deportiva, de Bent Hamer. El suyo fue, junto al de María León, uno de los trofeos más aplaudidos de la noche, ya que entre la crítica había ganas de compensar al cineasta japonés después de que hace tres años se fue del certamen con las manos vacías por su aclamada Still Walking.
También fue muy celebrado el premio Especial del Jurado a la comedia Le Skylab, escrita, dirigida y coprotagonizada por la francesa Julie Delpy. Contextualizada en la Francia de finales de los 70, aborda con humor una reunión familiar en la que entre copa y copa acaban saltando chispas.
Otra sorpresa de la velada la dio el filme griego Adikos Kosmos (Mundo injusto), tragicómica historia de un funcionario de policía que siempre perdona a los delincuentes víctimas de un mundo injusto. La coproducción greco-alemana se alzó con dos Conchas de Plata: mejor dirección para Filippos Tsitos y mejor actor para el protagonista, Antonis Kafetzopoulos.
También se llevó trofeo otra producción alemana, The River used to be a Man, que competía en la sección paralela Zabaltegi. Su joven director, Jan Zabeil, se mostró emocionado y sorprendido al recibir el galardón por esta ficción con tintes documentales sobre la compleja relación entre el hombre y la naturaleza.
El premio a la Mejor Fotografía fue para el filme sueco Happy End, duro drama dirigido por Björn Runge que ahonda en el maltrato físico y sicológico a las mujeres; mientras, el premio del Público recayó en la francesa The Artist, que el cineasta francés Michel Hazanavicius recogió de manos de Antonio Banderas.
Finalmente, el premio Horizontes Latinos fue para Las acacias
, del realizador argentino Pablo Giorgelli y coproducida con España.
Con la lectura del palmarés, por primera vez en una gala en directo que fue presentada por las actrices Marta Etura y Bárbara Goenaga, culmina esta edición 59 del primer festival bajo la batura de José Luis Rebordinos.
¿Los grandes olvidados? Sin duda, el español Enrique Urbizu, cuyo thriller No habrá paz para los malvados recibió el beneplácito unánime de la crítica, al igual que su protagonista, José Coronado.
Ripstein y Davies completan la terna de favoritos sin premio en una noche de cine, sí, y de sorpresas.