Nueva York, 20 de septiembre. Al exhibirse el programa donde Felipe Calderón hace turismo de aventura, reconoció que en su propio equipo consideraron que era una decisión controvertida, un error mostrar la imagen de un Presidente que no encaja, pero aceptó tomar el riesgo para mostrar a México como el lugar más bello del mundo.

El documental de The Royal Tour se exhibirá a partir del jueves en la noche en la cadena Public Broadcasting Service (PBS) en Estados Unidos, y el presidente del Grupo Televisa, Emilio Azcárraga, confirmó a La Jornada que se encuentra en negociaciones para difundirlo en México. De hecho el empresario estaba entre los invitados al museo Guggenheim –donde se presentó el programa–, sentado en primera fila, al lado de Margarita Zavala, y se mostró satisfecho, porque es una buena promoción para México.

El documental dura casi una hora, y en él Calderón bucea, corta agave, sube pirámides de zonas arqueológicas, vuela en globo aerostático, lo que, reconoció, no encaja con la idea y la imagen de una Presidencia formal, seria, que ellos (sus colaboradores) querían establecer desde el inicio de su gobierno.

Pero en cuanto escuchó la propuesta de desarrollar esta ruta turística al lado del periodista Peter Greenberg, se animó de inmediato y confesó que al final me divertí muchísimo. En el documental aparece el Presidente lanzándose de una tirolesa juntos con sus hijos, o en casa de su madre, Carmen Hinojosa.

Al inicio se pueden ver imágenes sobre la violencia en México y  la argumentación de Calderón de que ésta obedece a una batalla entre grupos delincuenciales.