Atenas, 20 de septiembre. Grecia colocó mil 625 millones de euros (2 mil 210 millones de dólares) en bonos del Tesoro a tres meses, con un rendimiento que subió en seis puntos básicos comparado con una subasta anterior en agosto, al tiempo que se comprometió a reducir su inflado sector público. El ratio de cobertura de la demanda fue de 2.84 veces frente a 2.95 de la subasta del 16 de agosto. En Londres, la agencia Fitch aseguró que Grecia probablemente entrará en cesación de pagos pero no dejará la zona euro, debido a que ha aumentado la presión sobre el gobierno griego para que lleve a cabo reformas fiscales.

Mientras, los sindicatos griegos amenazaron con nuevas huelgas masivas para protestar contra la temida ola de despidos en el sector público. El sindicato de los funcionarios ADEDY anunció una huelga general para el próximo 6 de octubre y paros de varias horas en el trabajo diario.

Grecia anunció que la troika de acreedores regresará a Atenas a inicios de la semana próxima para seguir negociaciones destinadas a evitar la suspensión de pagos, mientras la zona euro se veía nuevamente golpeada por la degradación de la nota de Italia. Durante el segundo encuentro de hoy con la troika el gobierno griego no difundió los resultados de la misma aunque dejó entrever que se habían alcanzado avances satisfactorios.

El ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, sostuvo entrevistas en teleconferencia con los jefes de la misión de la troika de acreedores del país (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), al tiempo que su oficina dio a conocer que emitiría un comunicado sobre el encuentro, aunque no precisó la hora.

De los resultados de esta nueva ronda de negociaciones depende el pago en octubre de la sexta cuota, de 8 mil millones de euros, del préstamo total de 100 mil millones otorgado en mayo de 2010 al país por la eurozona y el FMI.

Los jefes de misión de las tres instituciones hablarán en su próxima visita sobre el cumplimiento de las promesas griegas de un saneamiento de las finanzas estatales y las necesarias decisiones políticas para ello, se acotó.

En Lisboa, el primer ministro, Pero Passos Coelho, advirtió que un eventual impago de Grecia llevaría a Portugal a pedir una nueva ayuda financiera de la UE y el FMI. En caso de impago de Grecia, esta ayuda podría ser necesaria y es importante que nuestros socios europeos estén convencidos de que vale la pena ayudar a Portugal, y en ese caso, también a Irlanda, precisó Pasos Coelho en entrevista televisiva.

En Bruselas, el comisario de Competencia de la UE, Joaquín Almunia, instó a encontrar cuanto antes una salida a la crisis de deuda soberana en la eurozona o, en caso contrario, los gastos derivados para el sector bancario serán insostenibles.