Un solitario PAN cuestionó las promesas incumplidas de agua, Metrobús y mercados
Los ausentes no pasaron inadvertidos, como Batres, Guijosa y dos delegados blanquiazules
Miércoles 21 de septiembre de 2011, p. 39
El quinto –y según diputados del PRD último– Informe de gobierno de Marcelo Ebrard ante el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) fue casi terso.
No hubo interpelaciones, mantas ni protestas en las gradas y curules, como en años anteriores. Incluso, el mandatario capitalino salió del recinto de Donceles y Allende tal como entró, entre aplausos, palmadas y apoyos no sólo de los perredistas, sino también de legisladores de oposición.
El acto comenzó a las 11 horas con 24 minutos. Entre los asistentes se veía a los gobernadores Gabino Cué (Oaxaca), Ángel Aguirre (Guerrero), Leonel Godoy (Michoacán) y Eruviel Ávila (estado de México). A su lado, el rector de la UNAM, José Narro, y más allá los líderes partidistas Jesús Zambrano, del PRD, y Luis Walton, de Movimiento Ciudadano (antes Convergencia).
En las corraletas, políticos de viejo cuño como Porfirio Muñoz Ledo, los senadores María de los Ángeles Moreno y Federico Döring; el líder del PAN-DF, Obdulio Ávila, mientras Manuel Camacho Solís aprovechó para ocupar una silla donde estaba el gabinete legal y ampliado del GDF, lo cual generó las preguntas de varios asistentes: ¿ya está en el equipo de Ebrard?
. Nadie supo contestar.
Pero quien mayores miradas atrajo fue Rosalinda Bueso, pareja del mandatario capitalino, con quien llegó y abandonó la sede de la ALDF.
Los ausentes tampoco pasaron desaparcibidos, entre ellos Valentina Batres, hermana de Martí Batres, quien en días recientes fue separado por Marcelo Ebrard de la Secretaría de Desarrollo Social. Y Héctor Guijosa, quien por segundo año no acudió a la ceremonia. Ambos del PRD.
Cerca del mediodía, y con un formato ya establecido, empezaron en tribuna los posicionamientos de los grupos parlamentarios. Comenzó la diputada independiente Axel Vázquez; le siguió el pevemista José Couttolenc; luego el petista Adolfo Orive, y posteriormente el priísta Giberto Sánchez Osorio. Expresaron más respaldo y reconocimiento al gobierno de Ebrard que críticas.
En primera fila escuchaban atentos 14 de los 16 delegados (nunca llegaron Mario Palacios, de Benito Juárez, y Carlos Orvañanos, de Cuajimalpa), y dos funcionarios atrajeron ahí las miradas y los rumores: Mario Delgado, titular de Educación, y el procurador de Justicia local, Miguel Ángel Mancera, a quienes se menciona como aspirantes al gobierno de la ciudad.
El panista Juan Carlos Zárraga –calificado por perredistas como el Döring de la Asamblea
– alzó la voz en tribuna y cuestionó las promesas no cumplidas por Ebrard, sobre todo en lo relativo a agua, líneas del Metrobús y mercados.
No pasó mucho tiempo para que el perredista Alejandro Carbajal le regresara las críticas al contrastar el Gobierno del DF con la administración calderonista. No hubo punto de comparación.
A las 13 horas Ebrard empezó su mensaje, que duró media hora, tiempo en el cual los perredistas aplaudieron, los priístas callaron y los panistas criticaron por Twiter.