Javier García Morales –hijo de Javier García Paniagua, ex titular de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad, y nieto de Marcelino García Barragán, quien fue secretario de la Defensa Nacional y gobernador de Jalisco– fue ejecutado ayer afuera de un restaurante en Guadalajara, Jalisco.

García Morales, de 58 años de edad, fue asesinado afuera del café Illy por dos sujetos que viajaban en una motocicleta blanca. Eran aproximadamente las 12:30 horas cuando le dispararon mientras bajaba de una camioneta Hummer H3. Un cliente resultó herido.

Horas antes, a las 6:40 horas, desconocidos dieron muerte a Edgardo Dávila Durán, subdirector operativo de la policía municipal de Lagos de Moreno, mientras circulaba sobre la autopista Guadalajara-Zapotlanejo.

Dávila Durán viajaba hacia Tonalá cuando comenzó a ser perseguido por los ocupantes de dos camionetas, una blanca y otra roja. Cerca del cortijo Los Fernández, en el kilómetro 19, el uniformado fue alcanzado.

Ahí, Dávila chocó su camioneta contra otro automóvil, bajó de ella, recibió varios disparos y todavía fue atropellado por un camión de carga, informó la dirección de seguridad pública de Lagos de Moreno.

En Zapopan, al poniente de la zona metropolitana de Guadalajara, la policía municipal encontró el cadáver de un hombre ejecutado. En la misma localidad, la noche del lunes, la Policía Federal detuvo a cuatro personas, entre ellas Héctor Guajardo Hernández, supuesto cabecilla del cártel de Sinaloa en Baja California.

Cerca de la medianoche del lunes, un grupo armado asesinó a María Guadalupe del Toro Mireles, policía de Torreón, Coahuila, en un ataque en el que resultaron lesionados tres agentes y dos civiles que cenaban en una taquería. El alcalde Eduardo Olmos Castro informó que en lo que va del año 21 agentes municipales han muerto en 61 ataques de la delincuencia organizada.

Además de estas cuatro personas, otras 28 fallecieron, algunas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad o en ataques a ellas y otras en ajustes de cuentas de bandas del crimen organizado: siete en Chihuahua, cuatro en Nayarit, cinco en Oaxaca, cuatro en Guerrero, tres en Sonora y una en cada uno de los estados de Coahuila, Durango, Sinaloa, Nuevo León y Aguascalientes.

Algunos de estos hechos fueron los siguientes.

Un enfrentamiento entre presuntos sicarios y elementos del Ejército por la carretera federal número 15, en el municipio de Ruiz, Nayarit, dejó un saldo de cuatro presuntos pistoleros muertos.

De las cinco personas muertas en Oaxaca, cuatro fueron ejecutadas, incluso con el tiro de gracia, y sus cuerpos localizados la noche del lunes en un rancho de San Pedro Tapanatepec, municipio colindante con Chiapas.

Entres las personas asesinadas en Chihuahua se encuentra Jesús Manuel Vázquez, quien hasta el año pasado fue secretario del ayuntamiento de Jiménez.

Interpol busca a militares por homicidio

La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió una alerta mundial para dar con el paradero de Guadalupe Arias, comandante del 21 batallón de la 24 Zona Militar, y a otro militar de apellido Albañil, acusados de haber participado en la detención (el primero de mayo), tortura, homicidio e inhumación clandestina de Jethro Ramsés Sánchez Santanta, informó Cipriano Sotelo Salgado, abogado de la familia del fallecido, basado en fuentes de la Procuraduría de Justicia Militar.

El rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Francisco Javier Domínguez Garay, demandó rectificar la estrategia del combate al crimen organizado, que no es lo mismo que claudicar. Al rendir su tercer informe, criticó la estrategia del Estado, pues, dijo, la sola lógica de la fuerza no es garantía de paz o la erradicación de la violencia.

En Mazatlán, Sinaloa, la Procuraduría General de la República informó que policías federales detuvieron al estadunidense Jean Baptiste Kingery Moinssonm, quien presuntamente traficaba a México granadas y partes de armas que eran ensambladas y entregadas al cártel de Sinaloa.