Islamabad, 19 de agosto. Al menos 49 personas murieron y más de 106 resultaron heridas hoy en un atentado suicida en una mezquita en Jamrud, en el área de Khyber, uno de los siete distritos tribales del noroeste de Pakistán, y se teme que el número de víctimas mortales aumente debido a la gravedad de algunos de los lesionados.

Fazal Mehmood Sah, un funcionario local, señaló que el ataque, ocurrido en la zona fronteriza con Afganistán, fue perpetrado por un adolescente, quien detonó en medio de la multitud los explosivos que llevaba consigo. Fue una potente explosión, declaró Sah.

La detonación tuvo lugar en la principal sala de rezos de la mezquita cuando cientos de personas se encontraban dentro, declaró Gul Khan, un testigo. El número de personas era alto porque es el mes sagrado musulmán, el Ramadán, y la gente de las localidades cercanas viene a esta mezquita central para los rezos del viernes.

El principal administrador local del gobierno, Mutahir Zeb, dijo que muchos heridos murieron por las lesiones, lo que incrementa una cifra que podría aumentar pues hay personas en condición crítica.

Otro testigo, Haji Zarmeen, dijo que ayudó a retirar unos 12 cadáveres de entre los escombros.

Hasta el cierre de esta edición ningún grupo se adjudicó el ataque; sin embargo, funcionarios sospechan de militantes talibanes que han llevado a cabo ataques en los últimos años en la región tribal fronteriza con Afganistán.

La mezquita está ubicada en un área habitada por la tribu kokikhel, que se opone a los talibanes y luchan por expulsarlos del área.

Las imágenes de televisión mostraron paredes y techos de la mezquita manchados de sangre, mientras la gente recogía ropa y sandalias del lugar de la explosión.

Pakistán ha registrado una ola de violencia en los últimos años, en los que miles de personas han muerto. Han ocurrido varios atentados con bomba desde que las fuerzas especiales de Estados Unidos mataron al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, en una operación secreta en Pakistán en mayo.

Extremistas vinculados a la red del ejecutado millonario saudita prometieron vengar su muerte.

Las tropas paquistaníes han llevado a cabo varias operaciones contra los militantes, pero éstos han respondido con una campaña de ataques por todo el país.

Desde la muerte de Bin Laden, Estados Unidos reforzó la presión para que Pakistán persiga a los extremistas, que usan sus refugios fronterizos para atacar a las fuerzas estadunidenses en Afganistán.

También ha intensificado su campaña de ataques con aviones no tripulados –conocidos como drones– en el noroeste de Pakistán.

En este sentido, al menos cuatro personas murieron hoy en el ataque de un avión no tripulado estadunidense contra un complejo en el noroeste del país asiático. El ataque fue en Burmal, en Waziristán del Sur, otro de los siete distritos tribales en la frontera de Afganistán.