Tel Aviv, 18 de agosto. La fuerza aérea de Israel lanzó hoy un ataque sobre la ciudad de Rafah, en el sur de la franja de Gaza, en respuesta a una serie de ataques con armas de fuego contra dos autobuses y dos autos particulares en la ciudad turística de Eilat, en la frontera con Egipto y Jordania. El balance al cierre de esa edición del lado israelí era de ocho muertos y unos 30 heridos, mientras del lado palestino fallecieron 13 personas.

Israel afirmó que los ataques en Eilat, cuidadosamente coordinados, fueron lanzados por combatientes palestinos que se habrían infiltrado por la península egipcia del Sinaí, aprovechando los disturbios en Egipto.

El gobierno del movimiento palestino Hamas, que controla la franja de Gaza, negó estar involucrado en los atentados.

Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, advirtió que los ataques son un atentado contra la soberanía del Estado de Israel que respondería en consecuencia.

Durante la embestida, el ejército israelí mató a cinco atacantes mientras otros dos se inmolaron, en lo que fue una de las jornadas más violentas en meses en territorio israelí y la franja de Gaza.

Pocas horas después, aviones de combate israelíes bombardearon Rafah y mataron a seis personas, entre ellas Awab Airab, jefe de los radicales Comités de Resistencia Popular, y a Immad Hammad, el segundo al mando.

Los que bombardearon a nuestros civiles están muertos, habló más tarde Netanyahu. La aviación israelí lanzó otros cuatro ataques por la noche que dejaron un muerto más.

Tres policías egipcios también murieron cuando un helicóptero de combate israelí disparó un cohete en dirección de combatientes en Rafah, en la frontera con Egipto.

Enseguida dos cohetes fueron lanzados de la franja de Gaza en dirección a la ciudad israelí de Ashkelon, y por lo menos uno fue interceptado por el sistema de defensa antimisiles.

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, aseguró que la fuente de los actos terroristas fue Gaza, y acusó a Egipto de tener responsabilidad porque los atacantes se filtraron desde el enclave palestino a través del desierto de Sinaí.

El gobernador de la provincia egipcia del Norte-Sinaí, Abdel Wahab Mabruk, aseguró que los asaltantes no llegaron al territorio egipcio y descartó que se hayan infiltrado por un túnel de Gaza.

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó su temor de que ocurra una escalada de violencia en la región.