En México, pese a la aplicación de lineamientos para impulsar el acceso a una dieta sana en las escuelas de educación básica, sólo se consume 7 por ciento de las 6 mil 500 toneladas de frutas y verduras que deberían distribuirse en más de 120 mil planteles para atender a 25 millones de escolares de prescolar, primaria y secundaria.

Ernesto Fernández Arias, subsecretario de Fomento a los Agronegocios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), destacó que con un mercado potencial de mil millones de pesos para la comercialización de productos frescos en las escuelas se enfrentan serios problemas de proveeduría.

Al menos 60 mil (45 por ciento) de los centros escolares en el país, explicó, se localizan a más de 100 kilómetros de los centros de acopio más cercanos, mientras que otros 40 mil se ubican a 50, y sólo 10 mil escuelas están a 20 kilómetros.

A esto se suma la falta de acceso que enfrentan los directores de los planteles al financiamiento para la compra de productos, instalación de cámaras de refrigeración y bodegas.

Al participar en el seminario Construyendo la Política Pública para el Control de la Obesidad, convocado por la Secretaría de Salud y el Instituto Tecnológico Autónomo de México, destacó que los cuerpos directivos de las escuelas sí están interesados en la compra directa de productos frescos que garanticen una dieta sana para los alumnos, a través de la venta en las cooperativas escolares de frutas y verduras, pero debemos enfrentar el reto de cómo surtir a los centros escolares.

El problema más recurrente, indicó, es el de abasto directo y el acceso al financiamiento, pues se trata de un mercado de riesgo, donde hay muchas mermas de la mercancía, frente a un deficiente sistema de centros de acopio y de procesamiento.

Indicó que al menos 36 por ciento de los planteles de educación básica tienen problemas de acceso a financiamiento, otro 29 por ciento a condiciones adecuadas de acopio de los productos, y 32 por ciento no cuenta con instalaciones para el almacenaje de frutas y verduras.

La finalidad de fortalecer el acceso de productos frescos en las escuelas, apuntó, es no sólo beneficiar la salud de los escolares, también que los productores puedan tener nuevos mercados, pues estimamos que de los 15 pesos que los alumnos gastan en el recreo, entre 3 y 4 pesos los pueden destinar a la compra de frutas y verduras.

Fernández Arias reconoció que las escuelas ubicadas en zonas rurales enfrentan mayores problemas de distribución de productos frescos, condición en la que se encuentran 54 mil planteles, a los que asisten más de 3 millones de alumnos.