El gobierno federal se deslindó de las causas que mantienen suspendidas tres de las cuatro mesas temáticas acordadas entre el Ejecutivo y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, así como de las diferencias de los grupos civiles con el Congreso.

Aseveró que habrá de ajustar las fechas programadas para el diálogo, en especial la cita del próximo 23 de septiembre entre el presidente Felipe Calderón con integrantes del movimiento que encabeza el poeta Javier Sicilia.

El subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez, uno de los coordinadores del diálogo, rechazó que la ley de seguridad nacional sea una carta de cambio.

“Nosotros –dijo en entrevista– no tenemos qué ver con la suspensión que pidió el movimiento”, y reiteró que el diálogo con el Ejecutivo va más allá y no debe cuestionarse por ese motivo.

“Para el gobierno no hay ficha de cambio; cada tema tiene sus méritos (…) Somos respetuosos de los tiempos y espacios que requieren para plantear algunas redefiniciones pero, reitero, aquí no hay temas tabú, tampoco cartas de cambio. Hay un diálogo franco, serio.”

Comentó que buscan el diálogo con el movimiento y con otros interlocutores, como la Universidad Nacional Autónoma de México, y se está gestionando una cita con el rector José Narro.

Ayer, por segunda ocasión se pospuso el diálogo entre el Ejecutivo y el Movimiento por la Paz (salvo la mesa de la subcomisión uno, para la atención y seguimiento de los casos de procuración de justicia planteados).

Estamos listos, pero también queremos decir con claridad que las dos semanas de posposición afectan la meta que teníamos (para) reunirnos a evaluar a finales de septiembre y eso será parte de lo que vamos a discutir con ellos en torno a los ajustes que nos están planteando, dijo.