La esquizofrenia, el absurdo, la aparente normalidad y el distanciamiento de la realidad, o más bien, la percepción de la realidad desde una experiencia muy particular, y por otro lado, un universo femenino muy particular: su intimidad, soledad, pureza, fragilidad y fuerza, son abordados por dos espectáculos de danza-teatro que la compañía colombiana L’Explosé presentará en México.

Se trata de las obras La razón de las Ofelias y ¿Por quién lloran mis amores?, ambas escritas por la colombiana Juliana Reyes y dirigidas por el español Tino Fernández, y que se montan por primera vez en México como parte del Encuentro Internacional de Escena Contemporánea Transversales 2011.

La razón de las Ofelias se presentará en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris hoy, a las 6 de la tarde. Mientras ¿Por quién lloran mis amores? se escenificará este martes 9 en el teatro el Galeón, del Centro Cultural del Bosque.

La razón de las Ofelias, comenta Juliana Reyes en entrevista, es un espectáculo planteado a partir de un personaje femenino y contado a través de seis bailarinas, una de ellas casi el personaje central y el resto como sus fantasmas, que transitan por distintos momentos de la enfermedad.

Comenta que la fuerza de la teatralidad en la danza está en que las bailarinas asumen el movimiento como una acción. No es que haya momentos más teatrales, sino que toda la danza está impregnada de la situación y la acción.

La idea de esta obra surgió a partir de que la madre de Fernández padeció y murió de esquizofrenia, dice Reyes, y comenta que la música también tiene un papel importante a través de un violinista apaciguador e incitador de las emociones.

–¿Cuáles son las posibilidades dramáticas y coreográficas de la esquizofrenia?

–Muchas, porque se pasa por diferentes estados, desde la euforia hasta la depresión total. Al comenzar la investigación vimos que no queríamos centrarnos en el personaje de la madre de Tino, sino coger el elemento global de la enfermedad.

Al comenzar a estructurar la obra vimos que uno de los principales elementos de la enfermedad es la no causalidad, la no causa-efecto. Es decir, cómo el pensamiento pasa de inmediato de una cosa a otra sin darse un progreso paulatino de las emociones. Eran como situaciones absurdas, como estructurar algo sobre un pensamiento que ha perdido su estructura, roto, fraccionado.

En ¿Por quién lloran mis amores?, la única bailarina danza sobre 400 vasos de cristal, lo que limita su movilidad, pero ahí juega, construye y deconstruye el espacio, destaca Reyes.

En el trabajo de Tino el universo femenino es muy potente. Aquí fue ver cómo podía construirse una teatralidad en la danza sin necesidad de la anécdota y la historia. Buscamos crear un espectáculo a partir de la ruta de los amores y desamores de la bailarina, a fin de lograr credibilidad.

Para Tino Fernández, los retos en La razón de las Ofelias han sido “como casi siempre en L’Explosé, pues buscamos un trabajo multidisplinario con los distintos artistas: bailarines, actores, cantantes”.

La intención con ese coctel, agrega, es desdibujarlo todo y que el espectador no sienta que hay esa diversidad de elementos, sino una unidad.

Otro reto fue personal, ya que Fernández tuvo que tomar distancia de la experiencia familiar con la esquizofrenia.

Con relación a ¿Por quién lloran mis amores?, recordó que suma ya 10 años en foros de varios países, y que el reto fue sobre todo creativo, pues se trataba de trabajar una obra con una de las intérpretes menos teatrales, pero con una partitura muy teatral.