Cuatro meses de peregrinación: CEM
Sábado 6 de agosto de 2011, p. 39
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informó que reliquias del beato Juan Pablo II llegarán el próximo 17 de agosto al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para comenzar, el 25 del mismo mes, una peregrinación que se extenderá por cuatro meses a través del país.
El episcopado confió en que esto abonará a fortalecer la fe del pueblo mexicano en estos momentos en que nuestra nación vive una profunda transformación social y hoy, más que nunca, necesita consolidar procesos de paz y convivencia para que construyamos un México más justo y fraterno
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Carlos Aguiar Retes, presidente de la CEM, y Víctor René Rodríguez Gómez, secretario general del organismo episcopal, detallaron que las reliquias, catalogadas de primer grado, consisten en una cápsula que contiene sangre del beato, la cual se expondrá a la veneración pública acompañada de una figura de cera del pontífice fallecido en 2005, la cual estará revestida con los distintivos pontificios.
Aguiar Retes señaló, mediante su cuenta de Twitter: Agradezco a Dios permitirnos que las reliquias del beato Juan Pablo II peregrinen en México
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El episcopado detalló que fue “a petición expresa de muchos creyentes que los obispos de México en su asamblea plenaria, por unanimidad, acordaron solicitar a las congregaciones para el culto divino y de las causas de los santos, la visita de las reliquias a nuestro país, lo cual fue aceptado con beneplácito para que las reliquias del ‘papa mexicano’ recorran por primera vez la República, a unos meses de su beatificación en Roma por su santidad Benedicto XVI”.
Apuntó que la peregrinación comenzará el próximo 25 de agosto en la basílica de Guadalupe, y recordó que el beato Juan Pablo II, durante su largo y fructífero pontificado, fue un promotor incansable de la paz en el mundo entero, su misma persona transmitía este regalo tan preciado por la humanidad y querido por Cristo Jesús
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La CEM llamó a hacer de este acontecimiento una gran oportunidad para profundizar el legado
que dejó Juan Pablo II.