La autoridad oye, pero no cambia sus metas, afirman ONG
Viernes 5 de agosto de 2011, p. 10
La decisión del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia de considerar roto el diálogo con el Poder Legislativo, es una muestra de que las autoridades pueden escuchar a la sociedad, pero no tienen intención de modificar sus agendas, sostuvieron integrantes de organizaciones y movimientos civiles.
Armando González, del Frente Popular Ciudadano, aseguró que más que dialogar con el Ejecutivo y el Legislativo, las agrupaciones sociales deben realizar acciones que propicien que desde el poder se asuma que es necesario modificar el rumbo político del país.
Consideró que Sicilia tuvo la mejor intención
al sentarse a dialogar con los poderes, pero éstos demostraron que no tienen interés en cambiar. “En su momento, el frente consideró que era algo infructuoso y no veía futuro al diálogo con un Estado cuya agenda no coincide con los intereses genuinos del pueblo; su propósito es caminar hacia la fascistización del país mediante un proceso de militarización de la vida civil. Lo dijimos en su momento y qué bien que Javier rectifica.”
González subrayó: quedó demostrado que dialogar con el régimen no resuelve la situación. El Estado puede decir que escucha, sentarse a la mesa con miles de personas; pero sin acciones, señales y formas concretas que indiquen que tiene voluntad de cambiar el rumbo político no habrá entendimiento. Nada gana el ciudadano de un gobierno que escucha las quejas pero que de entrada sostiene que no piensa modificar nada y que su política, en este caso la de seguridad, no tiene marcha atrás.
A su vez, José Rosario Marroquín, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, señaló que el hecho de que el movimiento que encabeza Sicilia se levante de la mesa de diálogo con el Legislativo, tras la aprobación de la minuta de la ley de seguridad nacional, es un mensaje del desacuerdo de la sociedad con esas reformas.
Subrayó que el Centro Pro no participa en el diálogo entre el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad con el Ejecutivo y el Legislativo, pero coincide con el planteamiento de que deben corregirse los errores e ineficiencia de la estrategia de seguridad.
Vemos con preocupación que una ley de seguridad nacional legitime y trate de dar carácter permanente a la participación de los militares en labores de seguridad interna
, agregó.