Aun cuando no corrigió el sentido de la votación en favor del dictamen en materia de reforma a la ley de seguridad nacional y éste se mantiene firme, la Cámara de Diputados intentó enviar un mensaje político al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, al afirmar que el documento es sólo un proyecto de dictamen y que la minuta del Senado no está aprobada, sino continúa a debate en su totalidad para discutirla, analizarla, aprobarla, modificarla o en su caso rechazarla.

También, en un comunicado avalado por los grupos parlamentarios, la Junta de Coordinación Política ofreció proseguir con un diálogo permanente, sincero y respetuoso con los representantes de la sociedad civil en el marco del debate sobre seguridad nacional y en todos sus trabajos al respecto.

A pesar de que el martes no se convocó a la sociedad civil, ayer las bancadas expresaron su interés de respetar los compromisos asumidos con los movimientos sociales y cumplir de manera irrestricta el proceso parlamentario al que estamos obligados en el marco constitucional y los derechos fundamentales.

En busca de una salida política

La postura de la junta señala que, como la Comisión de Gobernación acordó debatir el dictamen en conferencia con el Senado, ello abrirá un espacio para incorporar a los representantes del movimiento y a los actores interesados al trabajo de revisión de la minuta.

La redacción del documento fue resultado de una ríspida reunión de más de cuatro horas, en la cual se definió que si bien la Cámara no podía rehacer el proceso parlamentario y reconocer que la Comisión de Gobernación se equivocó al aprobar el dictamen sin invitar a la sociedad civil, sí tenía que buscarse una salida política para no abonar aún más al descrédito del Congreso.

En ese sentido, y como un mismo dictamen no puede ser votado dos veces, el acuerdo fue cambiar el estatus del que fue aprobado el martes por todos los grupos parlamentarios en San Lázaro –a excepción del voto en contra de Enrique Ibarra Pedroza, del Partido del Trabajo– para dejarlo en proyecto de dictamen y que éste sirva de plataforma a la discusión de toda la minuta tanto en la Comisión de Gobernación como en las de Derechos Humanos y Defensa Nacional.

Después del mensaje donde Javier Sicilia reprochó que no se puede dialogar con hombres y mujeres que no hablan con verdad, la presidenta de la Junta de Coordinación, Josefina Vázquez Mota (PAN), convocó a los grupos parlamentarios a una reunión urgente para intentar deshacer el entuerto.

A la reunión, realizada en el Salón de Protocolo de San Lázaro, asistieron los panistas Alberto Pérez Cuevas y Javier Corral Jurado, presidente de la Comisión de Gobernación; la perredista Teresa Incháustegui –quien el pasado martes hacía esfuerzos denodados para negar su voto en favor del dictamen–; los priístas Beatriz Paredes y Alfonso Navarrete Prida; los petistas Pedro Vázquez, Porfirio Muñoz Ledo y Laura Itzel Castillo, y Pablo Escudero y José Guerra (PVEM).

En el encuentro, Muñoz Ledo cuestionó que en el ánimo de frenar el proyecto de Navarrete Prida, y avalar en sus términos la minuta del Senado, Javier Corral logró el efecto contrario. Quiso darle un portazo a tu proyecto, pero pegó del otro lado, le dijo al ex procurador mexiquense.

Muñoz Ledo pidió elaborar un comunicado en el cual se indicara que, como todos los artículos están reservados en lo particular, se podría reabrir en su totalidad el debate de la ley.

Beatriz Paredes (PRI) argumentó que su bancada se había reservado todos los artículos en lo particular y preguntó a Muñoz Ledo si su propuesta implicaba reabrir todo el proceso parlamentario. El petista respondió que no, porque ello provocaría que también el Senado reanudara la discusión, pero sí revisar el documento para decidir si se aprueba, modifica o rechaza.

La ex presidenta del tricolor estuvo de acuerdo, pero acotó que en el comunicado de la Junta de Coordinación debía cuidarse la prosa para no ahorcarnos si (el movimiento por la paz) nos dice que no.

Vázquez Mota defendió que la Cámara debía presentar una postura institucional y en respuesta Muñoz Ledo expuso que cada uno de los grupos parlamentarios debía admitir quién ha cumplido lo que se ofreció.

–¿Ustedes son los emisarios del movimiento? –punzó Javier Corral.

–Somos sus aliados externos, si ellos lo quieren –limitó Muñoz Ledo.

Más tarde, en conferencia de prensa para presentar el comunicado, Vázquez Mota afirmó que de parte de los diputados no hubo ni la más mínima intención de engaño, de suspicacia y mucho menos de traición y que no existe ninguna ley aprobada, porque no existe siquiera un dictamen resuelto.

A su vez, Javier Corral expuso que el debate en realidad apenas empieza, porque está a revisión todo el proyecto de dictamen de la minuta del Senado y en ese sentido no hemos violentado ni incumplido ninguno de los compromisos con el movimiento encabezado por el poeta Javier Sicilia.

Para concluir aseguró que oficialmente sólo hay un proyecto de dictamen y que la ruptura del diálogo partió de confusión, desinformación y descontextualización, porque no todo mundo conoce exacta y precisamente los términos y procedimientos legislativos.