Ayer comenzó la décima Semana del Cine Alemán en México, que presentan la Cineteca Nacional y el Instituto Goethe en México, cuyo punto culminante será la proyección única de Metrópolis (Alemania, Fritz Lang, 1927), la versión definitiva, restaurada, que contiene alrededor de 26 minutos de pietaje descubierto hace dos años en Argentina. Además el largometraje silente será musicalizado por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, a cargo de José Luis Caballero.

La muestra, que tendrá como sede la Cineteca Nacional, en el Distrito Federal, y posteriormente realizará un periplo por un amplio circuito de ciudades en la República Mexicana, proyectará 11 destacados filmes de la cinematografía germana contemporánea, entre ellos Quién si no nosotros (2010), de Andrés Veiel, que inauguró el ciclo.

Además se proyectará una retrospectiva dedicada a Thomas Heise, uno de los documentalistas más importantes de Alemania, quien visitará México para hablar de su obra en los próximos días.

En entrevista con La Jornada, Reinhard Maiworm, director del Instituto Goethe en México, informó que la décima Semana del Cine Alemán en México se fue conformando en la pasada Berlinale, porque cada año es un desafío debido a que las ofertas son muy grandes; en Alemania hay una preselección que se pasa en una sección de la Berlinale que se llama Cine Alemán, que es exclusiva para conocedores. Se presentan las producciones más recientes en las escuelas de cine y consagrados. En este ciclo se reúnen colegas de todo el mundo para ver las cintas, discutir sobre ellas y hablar con los directores. Después los miembros de el Instituto Goethe se juntan para ver cuáles son las películas destacadas que se presentaron en el ciclo bajo los criterios de calidad, actualidad de los temas y estética de las películas.

Amplia variedad

Maiworm reconoció que el ciclo que presentan se puede dividir en tres grupos: Un grupo está enfocado al tema de las utopías; otro está dedicado a los temas que abordan la política y la vida social, y un tercer grupo a un enfrentamiento histórico. Estos son los tres temas más interesantes; además, dos de estos grupos, el primero y el tercero, se relacionan directamente con el cine alemán de los años 60 y 70, cosa sintomática porque cada dos años se declara muerto al cine alemán dentro de la Berlinale, pero cada dos años se vivifica; eso es algo muy interesante.

En otro momento Reinhard Maiworm agregó que se trata de un festival muy consolidado que representa, para él, una gran oportunidad de trabajar, pues hace apenas tres semanas se hizó cargo del instituto.

El director del Instituto Goethe en México agregó que de estos 11 filmes que contempla la décima Semana de Cine Alemán, cinco fueron adquiridas por la Cineteca Nacional y el resto son del Goethe, cosa que nos complace porque así podemos presentar una variedad más amplia.

La proyección de Metrópolis en 35 mm, está programada para efectuarse en la función de clausura el 17 de agosto a las 20:30 horas en el Auditorio Nacional. Se trata de la versión remasterizada, tras su hallazgo en Argentina hace dos años, que incluye 26 minutos adicionales.

En la conferencia de prensa, la directora de Difusión y Programación de la Cineteca Nacional, Verónica Ortiz, adelantó: Para nosotros es motivo de entusiasmo y mucho orgullo contar de nueva cuenta con la Semana del Cine Alemán, en su décimo aniversario, con una alianza más fuerte y estrecha, considerando como interés que se difunda la cinematografía de ese país.

El programa incluye, además del filme inaugural de Viel, películas, como El día que no nací (Alemania, 2010), con la asistencia de su director, Florian Cossen; El mal del sueño, de Ulrich Kölhler (Alemania-Francia-Países Bajos), ganadora del Oso de Plata a la mejor dirección; Tres, de Tom Tykwer (Alemania, 2010); Los escritos de Poll, de Chris Kraus, y Bajo la ciudad, de Christoph Hochhäusler (Alemania-Francia, 2010).

Complementan la muestra Confesiones en el diván, de Perecy y Félix Adlon; Cisnes, de Hugo Vieira Da Silva; Neukölin, sin límites, de Agostino Imondi, y Diezmar Ratsch y Sascha, de Dennis Todorovic.