Jueves 4 de agosto de 2011, p. 18
Ante el clima de violencia que se vive en el país, debido a la guerra contra el narcotráfico, la Iglesia católica hizo un llamado a su grey para que mediante el diálogo pueda construirse la paz.
La diócesis de Matamoros, Tamaulipas, llevó a cabo una jornada de oración para recordar al padre Marco Durán, quien el mes pasado murió víctima del fuego cruzado entre las fuerzas federales y personas armadas.
La velada de oración se organizó no sólo para rememorar al padre Durán sino a los cientos de personas consideradas víctimas colaterales
, por todos aquellos que con nombre o sin nombre han sido abatidos en este tipo de violencia, expresó Alán Camargo, vocero de la diócesis tamaulipeca.
El clérigo dijo que los habitantes de Matamoros han aprendido a vivir con la de violencia y los enfrentamientos en su ciudad tomando precauciones como protegerse cuando hay enfrentamientos en las calles; en los retenes hacemos lo que se nos indica: poner las direccionales, las manos en el volante donde sean visibles
para evitar cualquier incidente que ponga en peligro la vida de las personas.
Por su parte, la diócesis de Acapulco condenó la escalada de violencia que se vive en el puerto, donde se está pasando a fases de mayor riesgo al tocar ahora a los visitantes y a gente inocente
; amenaza grave en esa ciudad que vive del turismo. La violencia tiene factores políticos y económicos de largo alcance que precisan abordarse de manera responsable, porque a las autoridades les toca hacer cumplir la ley; toda acción de paz debe apegarse al bien común y lejos de intereses particulares, apuntó.
Ambas congregaciones católicas consideraron que la solidaridad y la unidad son los elementos que la sociedad mexicana necesita para iniciar la construcción de acuerdos para construir la paz.