Llega con la misión de restablecer el ambiente de diálogo y confianza
Sustituto de Pascual, es experto en el combate al crimen organizado
Miércoles 3 de agosto de 2011, p. 15
El Senado de Estados Unidos ratificó ayer por unanimidad a Earl Anthony Wayne como nuevo embajador en México, en sustitución de Carlos Pascual, quien renunció el pasado 19 de marzo tras los desencuentros que tuvo con el presidente Felipe Calderón por las revelaciones de Wikileaks.
Tras conocer la decisión, el gobierno de México, por medio de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), manifestó su mejor disposición a trabajar con el nuevo representante de la Casa Blanca, con el fin de seguir consolidando la visión compartida de una relación bilateral cada vez más sólida, basada en la cooperación y la corresponsabilidad
.
Originario de California, Wayne fue ratificado como embajador en un rápido proceso que contrasta con el largo y tortuoso camino que enfrentó su antecesor, el cual coincidió con la batalla interna que se libraba en el Senado por el golpe de Estado ocurrido en Honduras.
De 60 años de edad, casado y con dos hijos, el nuevo embajador llegará a México luego de desempeñarse como representante de Washington en Afganistán y en Argentina, y de ocupar la Subsecretaría de Estado para Asuntos Económicos y de Negocios. Tiene una licenciatura en ciencias políticas por la Universidad de California y maestría en la misma área por las universidades de Stanford y Princeton. También cuenta con posgrado en administración pública por la Universidad Harvard.
El presidente Barack Obama lo nombró embajador el pasado 8 de junio, y apenas hace dos semanas compareció ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, que dio luz verde a la ratificación. Se le conoce poco entre los expertos en la relación México-Estados Unidos, pero se sabe que es un diplomático experimentado en el combate al crimen organizado.
Como embajador en Argentina (2006-2009) se vio involucrado en una acusación contra la presidenta Cristina Kirchner, en torno a que habría recibido financiamiento electoral del mandatario venezolano Hugo Chávez, imputación que nunca se comprobó.
Wayne llegará al país con la misión de restablecer el ambiente de diálogo y confianza
, deteriorado durante la gestión de Carlos Pascual, quien en junio de 2009 fue designado representante de la Casa Blanca ante el gobierno de Felipe Calderón, y ratificado en agosto del mismo año.
El embajador de origen cubano renunció luego de que el mandatario mexicano pidió su salida por los informes que el diplomático había enviado al Departamento de Estado, cuestionando la valentía del Ejército en la lucha contra el crimen organizado. Dichas apreciaciones fueron reveladas en los cables difundidos por Wikileaks –la mayoría publicados por La Jornada–, en los cuales el diplomático también criticó la falta de coordinación de las dependencias involucradas en la citada cruzada.
En medios diplomáticos y políticos de México también se especuló en torno a la incomodidad que le causaba a Calderón la cercanía de Pascual con el líder de los diputados priístas, Francisco Rojas, a raíz de una relación sentimental que mantenía con la hija de éste.
En su reciente audiencia ante los senadores, Wayne dijo que una de sus primeras tareas es restablecer el ambiente de diálogo y confianza, en un momento que resulta crucial para las relaciones de los dos países interesados en profundizar su colaboración en la lucha contra los cárteles y la violencia en la frontera común.
También consideró que dicha estrategia no puede frenarse o dar marcha atrás, independientemente de quien resulte ganador en las elecciones presidenciales de 2012.
De igual manera, se comprometió a hacer valer su autoridad como jefe de misión para evitar que se repitan operativos como Rápido y Furioso, que permitió el trasiego ilegal de al menos 2 mil armas de grueso calibre que fueron a parar a manos de los criminales.
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