Santiago, 2 de agosto. El gobierno de Sebastián Piñera entregó el lunes una nueva propuesta con 21 medidas para el desarrollo de la educación que los estudiantes consideraron decepcionante, en momentos en que su popularidad cayó a 30 por ciento, y su desaprobación alcanzó 62 por ciento, según una encuesta privada.

La segunda propuesta que el gobierno chileno entrega a estudiantes y profesores, vía el nuevo ministro de Educación, Felipe Bulnes, desde que estalló el conflicto estudiantil hace más de dos meses, retoma consagrar en la Constitución el derecho a una educación de calidad, cuya responsabilidad está hoy en manos de los padres.

También retoma parcialmente el reclamo de acabar con el lucro en la educación –que aunque está prohibido en la legislación chilena es burlado a través de resquicios legales– y traspasar la administración de los colegios de los municipios al Estado central.

Para ello el gobierno propone una superintendencia que se encargue de verificar que no haya lucro en la educación superior pero no habla de los colegios.

El gobierno eludió la gratuidad de la educación, cedió a medias en la desmunicipalización de los colegios básicos y secundarios y eludió el tema de la reforma tributaria.

Nada nuevo, la queja

El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, Camilo Ballesteros, sostuvo que la propuesta es un resumen de documentos anteriores que los dejó bastante desilusionados.

En el lucro, los estudiantes ven uno de los principales obstáculos para mejorar el acceso y la calidad de la educación chilena, con altos índices de segregación producto de una serie de reformas liberales impuestas por Augusto Pinochet (1973-1990), que redujo a menos de la mitad el aporte estatal a la educación.

La nueva propuesta de Piñera plantea además un aumento de las becas y la rebaja de los intereses de los créditos, junto a un fondo adicional de 4 mil millones de dólares (equivalentes al 40 por ciento del actual presupuesto de educación) para los próximos cuatro a seis años.

Los estudiantes convocaron a una nueva marcha el jueves por el centro de Santiago y darán una respuesta oficial a la propuesta el viernes.

En tanto, la aprobación de Piñera llegó a 30 por ciento, mientras que su desaprobación alcanzó 62 por ciento, reveló la encuesta Adimark de julio.