Para llegar a ser joven en el arte, hacen falta muchos años, es la paradoja que encarna el actor Farnesio de Bernal, de 85 años, quien fue reconocido con la medalla Bellas Artes por su talento y trayectoria de 60 años.

El máximo galardón que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) le fue conferido este domingo en la sede de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), al término de la función de la obra El jardín de los cerezos, en la cual participa.

Farnesio de Bernal (Zamora, Michoacán, 1926), actor emérito  de la CNT, ha trabajado con directores como André Moreau, Salvador Novo, Héctor Mendoza, Alejandro Jodorowsky, José Solé, Juan José Gurrola, Julio Castillo, Ludwik Margules, Luis de Tavira y Johanes Kresnik.

Como bailarín y coreógrafo, el galardonado fue protagonista en su momento de la renovación de la danza contemporánea mexicana. Su trabajo al lado de Xavier Francis, Ana Mérida, Elena Noriega y Anna Sokolov es considerado esencial para aquellos momentos de esplendor.

Far, como lo llaman amigos y colegas, estudió danza en México y Estados Unidos, con figuras como José Limón, Marta Graham, Doris Humphrey, Margaret Creaske y Merce Cunningham. Culminó su formación en el Metropolitan Ballet School, de Nueva York.

Como integrante del Ballet de Cámara Independiente de Nellie Happey, además de bailar, participó como coreógrafo en producciones de ballet clásico y moderno, con obras de su autoría, como Los gallos.

Farnesio de Bernal debutó en el cine con Cantinflas, en la película Su Excelencia. Su carrera cinematográfica le ha permitido trabajar con directores como Arturo Ripstein, Paul Leduc, Felipe Cazals, Jaime Humberto Hermosillo, Guillermo del Toro, José Estrada y Carlos Carrera. Además, ha actuado en películas extranjeras al lado de Anthony Hopkins, Angelina Jolie, Antonio Banderas y Candice Bergen.

Farnesio de Bernal con su preseaFoto Marco Peláez

A sus 85 años, De Bernal “es un actor que ha alcanzado una excelencia artística poco común, al tiempo que una sencillez entrañable y radiante.

Su trabajo es muestra de aquella antigua paradoja de la vida artística: para llegar a ser joven en el arte, hacen falta muchos años, apuntó Luis de Tavira, director artístico de la CNT, quien reseñó la trayectoria de Farnesio de Bernal.

Ahí donde inició un movimiento decisivo para el teatro, la danza o el cine, Farnesio fue un protagonista y un cómplice indispensable. Es un actor inclasificable, porque ha llegado a ser él mismo una categoría irrepetible. Siempre discreto, jamás prosopopéyico ni rimbombante.

Su condición de artista de la danza y actor cinematográfico ahondan el relieve de su personalidad teatral. Hombre de pocas palabras fuera del escenario, discreto y afable, es una presencia lúcida y suave, de una transparencia que intimida. Infatigable, siempre renovado y generoso, Farnesio alcanza la plenitud de su vida artística más sabio y más joven que nunca.

Por su parte, Teresa Vicencio, directora del INBA, entregó la presea a Farnesio de Bernal, quien agradeció la distinción que, dijo, comparto con aquellos que la merecen más o igual que yo.