El viernes facilitaron la fuga de 300 reos, muchos detenidos por apoyar al régimen libio, dice
Lunes 1º de agosto de 2011, p. 21
Bengasi, 31 de julio. La oposición armada establecida en Bengasi confirmó hoy que fuerzas leales al régimen de Libia se han infiltrado en su feudo de la región nororiental del país y el viernes facilitaron la fuga de unos 300 reos, muchos de ellos detenidos en los últimos seis meses por sus vínculos con las fuerzas gubernamentales.
La madrugada de este domingo se desató una batalla en Bengasi, cuando la autoridad establecida de facto aquí en marzo pasado descubrió que una facción de presuntos opositores a Muammar Kadafi, conocida como Al Nidaa, organizó la liberación de los prisioneros y se escondió posteriormente en una zona industrial.
El enfrentamiento duró varias horas y al final hubo cuatro muertos por bando y 71 personas capturadas, incluidos 40 ex reos, según el vocero del Consejo Nacional de Transición (CNT) de Bengasi, Mahmud Shammam.
Es un duro golpe a la quinta columna
, comentó Ismail Salabi, un comandante de los alzados, quien encabezó el asalto al improvisado cuartel de los presuntos infiltrados.
Al Nidaa es un comando distinto a la llamada Brigada Shakir, que los dirigentes del CNT responsabilizan del asesinato de Abdel Fatah Yunes, quien hasta el jueves pasado fue comandante de las fuerzas insurrectas, apoyadas por Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y otros países que han secundado los esfuerzos por derrocar a Kadafi, líder de la revolución antimonárquica de 1969.
En este ambiente, el viceministro de Relaciones Exteriores de Libia, Jaled Kaaim, afirmó que su gobierno tiene comunicación con miembros del CNT, lo que contradice la versión de los alzados, que niegan toda influencia de Kadafi en los territorios arrebatados al ejército gubernamental en marzo y abril.
La confirmación de que el gobierno libio infiltró a los opositores armados en Bengasi se suma a las críticas dirigidas al CNT acerca de su incapacidad para vencer al ejército libio, pese al sistemático bombardeo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a instalaciones militares de Trípoli y la prohibición al gobierno libio de usar sus aeronaves, impuesta por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas.
En una declaración sin precedentes –ocurrida tres días después de que Londres y París invitaron al CNT a enviar embajadores–, el secretario de Defensa de Gran Bretaña, Liam Fox, afirmó que los alzados tienen un potencial terrestre muy limitado
, a pesar de que la OTAN les asiste en términos de comunicaciones y logística
. La opción que les queda es que haya una traición a Kadafi en Trípoli.
La clave para la solución en Libia será que el círculo cercano a Kadafi se percate de que no tiene caso invertir en él. Tarde o temprano deberá abandonar el poder. Cuando se den cuenta de que es inevitable, entonces habrá un cambio, un momento político, que hemos estado buscando
, dijo Fox.
Otra señal de la minada confianza en el CNT llegó de Noruega, que ordenó el retiro de sus aviones de la misión de la OTAN. Asimismo, Italia decidió el retorno a puerto de un portaviones y el gobierno venezolano condenó el bombardeo de una televisora estatal.