Siguen protestas de mineros, damnificados del terremoto y usuarios del transporte público
Jueves 28 de julio de 2011, p. 30
Santiago, 27 de julio. El gobierno conservador chileno, liderado por Sebastián Piñera, aceptó hoy dialogar con estudiantes y profesores, luego de dos meses de movilizaciones, mientras los mineros de La Escondida decidieron demandar a la empresa ante un tribunal por prácticas antisindicales
.
No hay mesas de trabajo ni de negociación, nos reuniremos para conocer cómo va a estar la agenda
, indicó la líder universitaria Camila Vallejo, quien descartó acabar las protestas que este miércoles se multiplicaron en la capital.
La medida del gobierno, enfrentado a comicios municipales en 2012 y presidenciales en 2013, ocurrió luego que fracasaron los intentos de Piñera por reunirse con la oposición de centroizquierda para buscar una salida política a la crisis, sin dialogar con los alumnos.
La oposición, que tiene un respaldo de apenas 20 por ciento según encuestas, decidió a último minuto no sumarse al encuentro, a pedido de estudiantes y profesores que han movilizado a cientos de miles de personas por todo el país las últimas semanas.
La crisis estudiantil, que amenaza con hacer perder el año lectivo a millones de jóvenes, coincide además con protestas de mineros del cobre, usuarios del transporte público y damnificados del terremoto de 2010.
Por su parte, los trabajadores de la mina Escondida, el yacimiento de cobre más grande del mundo, decidieron demandar a la empresa ante un tribunal chileno por prácticas antisindicales
en el contexto de un paro que realizan desde hace seis días, y que la minera considera ilegal.
En la demanda, los trabajadores acusan a la mina –controlada en 57.5 por ciento por la anglo-australiana BHP Billiton– de amenazarlos con despidos y de no permitir el ingreso al yacimiento de sus dirigentes sindicales, medidas calificadas por ellos de prácticas antisindicales
, explicó Marcelo Tapia, vocero de los mineros.
A todo esto, los trabajadores de la cuprífera estatal Codelco y el gobierno se reunieron en un intento por aliviar la presión a un conflicto desatado por la oposición de los operarios a un proceso de restructuración de la compañía.