Kabul, 27 de julio. El alcalde de la ciudad afgana de Kandahar, Ghulam Haidar Hameedi, murió hoy en un atentado suicida reivindicado por el talibán, dos semanas después del asesinato de Ahmed Wali Karzai, hombre fuerte de la región y hermano del presidente Hamid Karzai.

La muerte del alcalde se produjo mientras ofrecía un discurso en el patio de la sede del gobierno local, en el centro de la ciudad, capital de la provincia homónima. Fue entonces cuando el suicida hizo estallar los explosivos que llevaba escondidos dentro de su turbante, informó la policía provincial.

El portavoz talibán Qari Yosuf Ahmadi señaló que el atentado contra Hameedi, a quien calificó de objetivo militar de gran interés, fue en venganza por la muerte de dos niños, el martes durante la demolición de varias viviendas.

El alcalde ordenó la destrucción de sus casas porque fueron construidas ilegalmente en terrenos que no les pertenecían, dijeron algunos habitantes que concurrieron a la reunión con Hameedi.

El gobernador de Kandahar, Tooryalai Wesa, también confirmó la muerte de los menores que, aseguró, fue accidental.

Las cuestiones de propiedad son delicadas en Kandahar, donde Ahmed Wali Karzai era regularmente acusado de aprovechar su poder para acaparar tierras destinadas a proyectos inmobiliarios o en beneficio de la familia Karzai.

Sin embargo, aunque Hameedi era considerado un hombre íntegro y anticorrupción, como alcalde actuó en favor de un controvertido proyecto inmobiliario iniciado en Kandahar por Ahmed Wali Karzai y Mahmud Karzai, otro hermano del presidente, en terrenos que pertenecen al Ministerio de Defensa.

Ya en marzo de 2009, Hameedi había escapado a la explosión de una bomba al paso de su automóvil. Su adjunto, Noor Ahmad Nazari, fue asesinado en octubre de 2010, así como su predecesor, Azizulah Ziarmal, seis meses antes.

La muerte del alcalde de Kandahar forma parte de una serie de acciones preocupantes para la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cuando sus fuerzas inician el retiro del país y a trasladar la responsabilidad de su seguridad a las fuerzas afganas.

Mientras, tres niños murieron y cuatro adultos resultaron heridos por un misil que impactó en una casa de la provincia de Kanduz, durante choques entre policías y talibanes, y en la provincia de Kapisa, tres civiles fallecieron cuando un soldado francés abrió fuego contra el auto en que viajaban.