Miércoles 27 de julio de 2011, p. 8
La afirmación del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acerca de que el cártel de Los Zetas representa una emergencia nacional
y es un riesgo
para su país, es sólo la continuación de la política intervencionista policiaco-militar de ese país en México, afirmó René Jiménez Ornenas, coordinador de la Unidad de análisis sobre violencia social del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Indicó que Estados Unidos mantiene a sus diversas agencias en territorio mexicano y ahora, con el argumento contra Los Zetas, seguramente tratará de impulsar aún más el Estado policiaco-militar que existe en nuestro país.
“Que definan a Los Zetas o a El Chapo (Joaquín Guzmán Loera) como enemigos de los ciudadanos estadunidenses, en realidad es sólo la justificación de esa intervención que ya tiene oficinas en la avenida Paseo de la Reforma, cuerpos (de seguridad) que ya han penetrado no sólo la investigación sobre narcotráfico, sino la vida de México, como lo han revelado los cables de Wikileaks.”
El académico Jiménez Ornenas cuestionó las razones por las cuales las drogas continúan entrando a territorio estadunidense, aun cuando Narack Obama afirmó que la frontera entre México y Estados Unidos es la más cuidada del mundo.
¿Qué pasa, por qué sigue pasando gran cantidad de productos como mariguana, cocaína o drogas sintéticas a aquel país? Quizás sea porque dentro de los aspectos financieros todo lo referente a la droga es parte importante del sustento de la política intervencionista de Estados Unidos, que en el pasado se basó en el apoyo a las dictaduras militares en Sudamérica y que hoy trata de implantar mediante estados policiaco-militares
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Por otra parte, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez manifestó su preocupación por una posible intervención militar de Estados Unidos en territorio nacional a raíz de la declación del riesgo que presuntamente representa para Washington el cártel de Los Zetas.
José Rosario Marroquín, director del Centro Pro, aseveró que no es deseable ni conveniente una intervención militar del gobierno de Obama en México.
Por el contrario, propuso que para combatir a la delincuencia organizada se rquiere la aplicación de acciones coordinadas a escala trasnacional que sean transparentes y, sobre todo, respetuosas de los derechos humanos.