Bengasi, 25 de julio. Turquía comenzó a entregar combustible a la zona este de Libia, dominada por la oposición armada, mientras un enviado de la Organización de Naciones Unidas se reunió en Bengasi con el Consejo Nacional de Transición (CNT), para buscar salidas al conflicto.

El enviado de Naciones Unidas a Libia, Abdul Elah Khatib, dijo a la agencia Reuters que el martes viajará a Trípoli para sondear la postura del gobierno.

No pusimos un plan frente a ellos. Discutimos opiniones e ideas acerca de cómo podemos lanzar un proceso político para lograr una solución política, sostuvo Khatib.

La visita de Khatib ocurre un día después de que Abdelati Obeidi, ministro libio de Relaciones Exteriores, finalizó una ronda de negociaciones de tres días en El Cairo para buscar una salida negociada al conflicto.

Mahmoud Jibreel, funcionario rebelde, dejó en claro después de la reunión que su bando desechará cualquier iniciativa que no involucre el alejamiento de Kadafi del poder como un primer paso para la paz.

En Siria, el presidente Bashar Assad aprobó una nueva ley de partidos que permite la libre fundación de agrupaciones políticas, informó hoy la agencia oficial Sana.

Los nuevos partidos podrán ser creados libremente siempre y cuando no tengan fundamentos religiosos, étnicos, regionales o partan de determinados clanes o grupos profesionales, agregó la agencia.

Los partidos deberán respetar la Constitución y contar con al menos mil miembros. Su fundación tendrá que ser aprobada por un comité del Ministerio de Justicia. Una negativa del comité podrá ser impugnada ante un tribunal.

Además del reconocimiento de la Constitución vigente, los nuevos partidos deberán aceptar el papel de liderazgo en el Estado y la sociedad del gobernante partido Baaz.

Expertos se mostraron escépticos respecto de la nueva medida del gobierno para intentar restar fuerza a las protestas. La ley de libre reunión aprobada en abril no tuvo efectos en la actual situación, comentaron.

Tampoco el levantamiento del estado de excepción, hace unas semanas, tuvo consecuencias. Las fuerzas de seguridad siguen reprimiendo a los manifestantes.

Siria vive desde hace cuatro meses un movimiento de protesta contra el régimen de Assad, cuya represión ha causado entre mil 400 y dos mil muertos y la detención de más de 12 mil personas, así como el éxodo de miles, según activistas.