Un campeón con 11 canteranos
Prometedor triunfo de Chivas
ue un prometedor inicio de torneo. No sólo porque la mayoría de los partidos fueron entretenidos y con visitantes que salieron a proponer y rompieron las quinielas, sino porque Chivas y Pumas siguen mostrando lo que debería ser la esencia del futbol mexicano.
El campeón empezó la defensa de su corona con un triunfo convincente ante un equipo al que no vencía en el México 68 desde hace más de tres décadas, pero lo importante es que terminó jugando con 11 canteranos, cuatro de ellos debutantes.
El conjunto de la UNAM ganó el título contra todos los pronósticos, sin refuerzos y con la salida de elementos importantes. Con idéntico panorama apuesta por lo mismo desde la primera jornada. Salieron integrantes de su columna vertebral, como Israel Castro y Leando Augusto –a quienes es raro ver con otras playeras–, además de Dante López, quien pedía media Ciudad Universitaria para renovar contrato, pero el apoyo a los jóvenes es total, para fortuna de una cantera que está recuperando su esplendor.
Los auriauzules hicieron buen negocio con Leandro y Castro, pero sin duda parte de esas ganancias serán invertidas en las fuerzas básicas y sin pretenderlo mucho, el equipo sólo se quedó con dos extranjeros, lo que demuestra que debería reducirse el número de foráneos.
Guadalajara obtuvo su primer triunfo en Cancún. En el segundo tiempo mostró un futbol vistoso, también sólo con elementos de la cantera y con la dupla de Alberto Medina y Omar Arellano, que se combinaron para el primer gol y que en este torneo ya deberían consolidarse.
Y si Pumas tiende a la mexicanización, el América abusa del reglamento. Ante Querétaro inició con seis elementos no nacidos en el país y con sólo dos de sus fuerzas básicas: Óscar Rojas y Érick Pimentel.
Ya se sabe que esa ha sido la esencia de las Águilas desde su formación, reforzarse con extranjeros, pero que sus canteranos estén en el olvido representa un riesgo al portar una camiseta con tanta exigencia. Sólo los que se formaron desde abajo saben lo que significa una derrota para sus aficionados. Los otros siguen entrenando, y cobrando, como si nada pasara.
El duelo Tigres-Cruz Azul fue decepcionante. Mucha plantilla, mucho dinero y nada de futbol. Sin el talentoso y rijoso Chaco Giménez, los Cementeros mostraron una extraña tendencia defensiva y con un Gerardo Torrado, que cometió un error de novato y cada vez tiene que recurrir más a las faltas ante la complacencia arbitral.
Resulta una ironía que el conjunto de la UANL tenga a tantos elementos con sobrada capacidad ofensiva pero que su ataque sea inoperante. Y en cuanto al apoyo a los de casa, el campeón mundial Sub-17 Jorge Espericueta deberá conformarse con el reconocimiento que le realizaron. Eso es lo único que el autor de un gol olímpico en la reciente Copa del Mundo recibirá de su club mientras el Tuca Ferretti se mantenga en el banquillo.
Si los Xolos se presentaron con una derrota en la primera división, el que respondió a las expectativas fue el español Luis García. El ahora camotero dio un gran pase que culminó en el penal anotado por él mismo, al estilo Panenka.
En tanto, la coronación de Uruguay fue un triunfo para bien del futbol. Algo debería implementar la FIFA para evitar que un equipo como Paraguay llegue a la final sin ninguna victoria. Luis Suárez –quien tiene condiciones distintas pero nos hace recordar a otro crack, Enzo Francescoli–, ganó con méritos el título de mejor jugador de la Copa América, en un conjunto charrúa que ratificó el gran nivel mostrado en Sudáfrica, con un arquero de guantes enormes, un muro como defensa, un medio campo rocoso y una delantero de talento y gol.
