La guerra contra el narcotráfico ha tenido en las horas recientes a menores de edad como víctimas: un pastor poblano de 11 años de edad perdió la pierna y el brazo derechos al estallarle una granada en un sitio cercano a un campo de entrenamiento del Ejército, un alumno de secundaria de 14 años falleció en Escobedo, Nuevo León, durante una persecución de policías federales contra supuestos delincuentes, y en Morelos, al menos 30 testigos han declarado en el juicio que se le sigue a El Ponchis, un adolescente también de 14 años, acusado de decapitar a cuatro personas.

En Jalisco, el diputado local panista Héctor Álvarez Contreras, estudio en mano, afirmó que en la entidad unos 52 mil alumnos de secundaria, cerca del 14 por ciento del total, consumen algún tipo de drogas.

Según el gobierno poblano, eran las 10 horas del martes cuando Osvaldo Zamora Barragán, quien cuidaba un hato de chivos en un cerro del poblado de Ídolo, del municipio de Petlalcingo, en la Sierra Mixteca de Puebla, encontró un artefacto cerca de un campo de adiestramiento del Ejército Mexicano, que le estalló y lo hirió.

Trascendió que efectivos del Quinto Regimiento de Caballería Motorizada acudieron al sitio, le brindaron los primeros auxilios y lo llevaron sucesivamente a los hospitales de Petlalcingo y de Acatlán de Osorio, donde no pudieron atenderlo.

Finalmente lograron internarlo en el Hospital del Niño Poblano, en la capital del estado, donde luego de siete horas de intervención quirúrgica el menor de 11 años de edad perdió la pierna y el brazo derechos.

Francisco Enríquez, subdirector médico del nosocomio, informó que el pastor permanecerá en terapia intensiva durante tres días para observar la evolución de la pierna izquierda, que también sufrió afectaciones severas y está en riesgo. La Secretaría de la Defensa Nacional no ha fijado una postura sobre el asunto.

Ardelio Vargas Fosado, secretario de Seguridad Pública estatal, informó que la Procuraduría de Justicia de Puebla inició las indagatorias. La Comisión Estatal de Derechos Humanos emprendió también una investigación del caso.

En el municipio de Escobedo, Nuevo León, Miguel Ángel Alfaro Trejo, de 14 años de edad y que recién había terminado el segundo año de secundaria, murió por una bala perdida que le impactó en la cabeza durante una persecución que supuestos policías federales realizaban contra integrantes de un grupo del crimen organizado que viajaban en un taxi.

Según testigos, el adolescente jugaba futbol con sus amigos cuando ocurrió el incidente, cerca de la medianoche del martes, frente a su domicilio. A la zona arribaron paramédicos para brindarle auxilio, pero debido a la gravedad de las lesiones el menor falleció. Personal de la Procuraduría de Justicia recabó en el área varios casquillos percutidos de fusil AR-15.

En el juicio que se le sigue a El Ponchis, acusado de conductas antisociales, entre ellas el asesinato y decapitación de cuatro personas, han declarado 10, 17 y tres testigos durante los días lunes, martes y miércoles recientes, informó Juan Carlos Castro Elizondo, vocero del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes de Morelos.

La Fiscalía Especializada en Adolescentes de la Procuraduría General de Justicia acusa al menor de transportación de clorhidrato de cocaína y mariguana, posesión de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, violación a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada con finalidad de cometer secuestros y homicidio doloso al servicio del cártel del Pacífico Sur.

Fuentes presentes en el juicio dijeron que la parte acusadora ha hecho hincapié en los videos que el menor traía en su teléfono celular cuando fue detenido por soldados de la 24 Zona Militar el 2 de diciembre pasado, y algunos videos que se encuentran en Internet y donde el menor aparece.

Sólo a Raúl Díaz García, visitador en asuntos penitenciarios de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, se le permitió hablar cinco minutos con el menor. El funcionario dijo que lo vio coherente, alineado y limpio, y que estará pendientes que no se le violenten sus derechos.

Un estudio efectuado por la Secretaría de Educación de Jalisco y Grupo Poder Despertar reveló que unos 52 mil alumnos de secundaria del estado consumen algún tipo de droga, informó Héctor Álvarez Contreras, diputado local panista, luego de presentar datos de la Brigada de Prevención de Adicciones.

Explicó que durante 13 meses, unos 30 brigadistas dialogaron con 123 mil 760 estudiantes de casi 180 planteles de secundaria. Entre ellos se hicieron 34 mil 425 encuestas, la mitad de los cuales señalaron que han tenido a la vista drogas y que un 14 por ciento consumen una o más.

Según los resultados, en este nivel educativo se consumen hasta 34 tipos de sustancias adictivas que van desde alcohol, mariguana, cocaína, heroína, éxtasis e incluso jarabe para la tos. Los municipios donde el problema es mayor son Guadalajara y Tlaquepaque, en la zona metropolitana.

Martín Hernández/La Jornada de Oriente; David Carrizales, Rubicela Morelos y Mauricio Ferrer, corresponsales