En una disciplina de reciente práctica en el país, como es el futbol americano femenil equipado, la elegibilidad no existe por la complicación de formar categorías y el ingrediente que une a las jugadoras, desde jóvenes estudiantes hasta madres de familia, es la emoción sobre el emparrillado.

Uno como mujer tiene muchas cosas que demostrar porque desafortunadamente aquí en México este deporte está catalogado para hombres. Ya hemos demostrado que somos fuertes y extraordinarias, como lo dice la selección de aquí de México (DF), y no hay nada que decir mas que apoyen al futbol americano femenil, al igual que al varonil, manifestó Beatriz González, mariscal de campo del equipo Thunder de Monterrey, uno de los pocos en el país que practican el futbol americano femenil equipado.

Bety se formó en la gimnasia a los cuatro años. A los ocho empezó a jugar futbol, a los 16 se trasladó al tochito y a los 22, hace dos, se unió al proceso de equipamiento en Monterrey que, al igual que en el resto de los estados donde se practica, se denomina arena, en espacios más reducidos y con reglas suavizadas respecto del colegial varonil.

Aquí, como puede jugar una muchacha de 16-18 años, también una señora de 40-45. Todo es que tengan el valor de equiparse y de jugar futbol americano, comentó la contadora pública en entrevista con La Jornada.

La razón que la llevó a los emparrillados parece la misma en cada jugadora que se debate en jugadas, carreras, tacleadas: La adrenalina que se vive, sentencia, aunque a ella la emociona desde “el trayecto, ponerte el equipo, ver a tus compañeras, a tu gente apoyándote, a tu familia que te da una palmadita y te diga: ‘sabe qué hijita, que salga todo bien’”.

Las jugadoras equipadas no están consideradas en ningún programa oficial en escuelas o instituciones deportivas, por lo que ellas cubren la mayor parte de sus gastos.

“Todo esto te sirve. A lo mejor que te golpeen, que te caigas y te levantes, que siempre digas ‘tengo que levantar la cabeza por ser mujer, por ser mexicana, por no dejar al mexicano como una persona perdedora’ es muy fuerte para nosotros. La verdad siempre llevas el orgullo en la mano”, sostiene.

Sirve que te golpeen, que te caigas y siempre digas tengo que levantar la cabeza por ser mujer, asegura González (31)Foto Roberto García Ortiz

Hay estudiantes en busca de una disciplina y el gusto de jugar, el mismo que atrae a mujeres como Irene Flores, esquinera del Thunder quien, pese a la responsabildad, a sus 29 años de edad, de educar a cinco hijos de entre cuatro y 14 años, no falta a los entrenamientos y menos a los partidos.

El tiempo es fácil de repartir. Ellos (hijos) están en la mañana en la escuela, entre la una y las cinco de la tarde hacen sus tareas y nos vamos al campo todos. Me acompañan, son la porrita. Así es día a día, dice, y comenta que aunque no ha sido fácil, desde que se inició el proyecto, hace dos años, tiene el apoyo de su pareja.

Ahora mis chiquitas de cuatro y cinco años taclean mejor que yo. Ellas no tienen miedo al raspón o a lastimarse, subraya.

Para el entrenador en jefe, Arturo Aguilar, la conjunción del equipo de Monterrey sin bases como disciplina no ha sido sencillo: “Es complicado porque para muchas es un deporte nuevo, que no practican, pero que ven.

La mayoría de las jugadoras del equipo se han acercado porque tienen familiares jugando americano o porque una amiga lo hace, pero es difícil que se acerquen sin saber nada.

Sobre la experiencia de jugar ocasionalmente en Estados Unidos como parte de acuerdos con diversas universidades, Aguilar comentó que es una experiencia enriquecedora, aunque eso implica enfrentar el doble de tamaño, de fortaleza, de rapidez y el triple de experiencia.

En dos años Thunder ha enfrentado siete a equipos estadunidenses en Houston, Dallas, Austin, Nueva Orleáns, Luisiana y San Antonio y el saldo es bueno. Juegos nacionales hemos tenido 17 y sólo hemos perdido uno, y en los internacionales no se nos han dado los resultados, pero vamos bien, señaló.

El equipo ya cumplió su meta a corto plazo: ganar el Tazón México, los dos juegos de ida y vuelta, en junio pasado en Monterrey y el sábado anterior en Lomas Verdes, ante la denominada selección de Football Xtremo de esta ciudad.