El secretario de Finanzas local, Armando López Cárdenas, informó que al término del segundo trimestre del año el saldo de la deuda pública se situó en 52 mil 162.4 millones de pesos, lo que significó un desendeudamiento real temporal de uno por ciento con respecto al cierre de 2010, cuando se ubicó en 52 mil 529.5 millones de pesos.

En el informe trimestral de la situación de deuda del Gobierno del Distrito Federal que se entregó ayer a las secretarías de Gobernación y de Hacienda y Crédito Público se indica que de 2004 a la fecha se logró un desendeudamiento en términos reales de 4.3 por ciento, mientras que en la actual administración es de menos de 1.4 puntos porcentuales.

Las acciones realizadas han puesto a la deuda en una situación de sustentabilidad a corto, mediano y largo plazos. Hoy, sólo es una fuente complementaria de recursos para el Presupuesto de Egresos, destinada a concretar proyectos de obra pública productiva cuya naturaleza e impacto justifique el uso de recursos de crédito en beneficio de la ciudad, como es el caso de la construcción de la línea 12 del Metro, precisó.

Al término del segundo trimestre de 2011 el Gobierno del Distrito Federal tiene colocada 36.1 por ciento de su deuda con la banca de desarrollo, 45 por ciento con la banca comercial y 18.9 por ciento en el mercado de capitales; mientras, los pagos anuales por amortización en promedio son por 892 millones de pesos, lo que permitirá tener flujos de libre disposición que serán destinados a otros proyectos para cubrir las necesidades de obra pública productiva en la ciudad.

En dicho lapso, el pago por servicio de la deuda fue de mil 78.4 millones de pesos, de los cuales 982.1 millones corresponden a costo financiero y 96.3 millones al pago de amortizaciones, indicó.

Mencionó que al segundo trimestre del año no se ha realizado ninguna colocación de crédito, y el plazo promedio de los créditos contratados es de 22 años con 10 meses, derivado de la estrategia de refinanciamiento llevada a cabo en 2007, cuando las condiciones financieras eran favorables, lo cual permite con ello disminuir el riesgo de los efectos macroeconómicos que pudieran presentarse después de ese año.