Viernes 15 de julio de 2011, p. 14
El nuevo edificio del Senado de la República cumplió ayer tres meses de que fue inaugurado y las fallas, irregularidades e incluso percances persisten y cada vez son más continuos. Ayer, parte del techo del área de redacción de la sala de prensa comenzó a gotear aguas negras, que se trasminaron del drenaje de uno de los baños que se encuentran un piso arriba.
El líquido pestilente chorreó un buen rato y tuvo que ser recogido en varias cubetas, aunque gotas de agua de un color verdoso amarillento cayeron sobre algunos escritorios y computadoras. El personal fue desalojado y los aparatos eléctricos desconectados para evitar cortocircuitos.
Por la tarde hubo otro incidente que provocó tres descargas eléctricas, cuando trabajadores de la constructora Gami intentaron arreglar las fallas en un ducto localizado también en el sótano dos, cerca de los elevadores, que se había llenado de agua, debido a que en el piso superior se tapó el drenaje.
Los trabajadores tuvieron dificualtades para arreglar el desperfecto y terminaron bañados con agua hedionda y heces fecales, y con el riesgo de ser electrocutados. En las oficinas de los senadores y de los integrantes de los órganos de dirección también se han presentado fallas que molestan a la mayoría de los legisladores, entre ellos la perredista Yeidckol Polevnsky, quien se manifestó por tomar acciones legales contra la constructora, que además no respeta el medio ambiente
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Percances continuos
En muchas partes del edificio se filtra el agua cada vez que llueve, como es el caso de la oficina del panista Ricardo García Cervantes –vicepresidente del Senado– y del perredista José Luis García Zalvidea.
También en la oficina de la priísta María de los Ángeles Moreno han ocurrido accidentes. Su baño se incendió y una puerta de cristal se derrumbó cuando una de sus secretarias la iba a cerrar.
Polevnsky detalló que en días pasados una lámpara de su oficina se desplomó y estuvo a punto de caerle encima a una persona que estaba ahí en ese momento. Expresó además que ayer hizo un tremendo coraje
porque cortaron tres árboles viejos del parque Pasteur, localizado a un lado del edificio.
Debimos tener un edificio inteligente, respetuoso del medio ambiente, que ahorre el agua y la energía, pero no es así. Tenemos focos prendidos todo el día y elevadores en los que no cabe una camilla
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