El artista mexicano presenta una exposición antológica en una galería de París
En mi estética reflejo lo que está más allá de ese flagelo, dice a La Jornada
Reúne 26 obras creadas de 1976 a 2010
Las venas del tiempo marca un parteaguas
para el pintor y escultor
Martes 28 de junio de 2011, p. 7
Hoy día es necesario hablar con metáforas, expresa el pintor y escultor Saúl Kaminer (DF, 1952), quien presenta en la Galería Thessa Herold, en París, Las venas del tiempo, exposición antológica de 26 obras que abarcan de 1976 a 2010,
Hablar de la muerte o de la violencia de modo directo no nos permite ir más allá de la violencia
, advierte.
Kaminer equipara el momento con las abstracciones surgidas después de la Segunda Guerra Mundial, cuando era muy difícil figurar. Pienso que es necesario provocar una visión positiva de la vida para ir más allá de la visión de la violencia. Entonces, la metáfora que se puede llevar a cabo mediante la abstracción queda más lejos en este momento, porque hablar de la violencia con violencia nos mantiene en un estado de violencia
.
El mundo de las energías
–¿La violencia se refleja en su obra más reciente?
–Lo que reflejo es lo que está más allá de la violencia que sería llegar al lugar del encuentro del ser consigo mismo. Pero lo que me interesa es ir más allá de la violencia, no tanto hablar de ella. Lo que hay es una urgencia de entrar en contacto con la naturaleza. Poder entrar en contacto con la naturaleza del hombre que va más allá de su naturaleza animal.
Es un poco lo que plantea el filósofo Emmanuel Lévinas: que el hombre para volverse ser humano tiene que ir más allá de su propia naturaleza, para instaurar una naturaleza humana.
Kaminer vivió en París de 1976 a 1998, y la Thessa Herold es su galería. Fue su idea inaugurar la muestra el pasado 5 de mayo.
Las venas del tiempo, que incluye pintura y escultura en bronce, barro, acero y vidrio, empieza con obras de carácter abstracto, donde la figura prácticamente no está presente, está esbozada. Luego, la obra se volvió narrativa y figurativa, y ahora ha vuelto a una abstracción cercana al origen de mi pintura, que es donde la figura apenas tiene presencia
.
Para Kaminer, con esa exposición se cumple “casi un ciclo saturnino –Saturno aparece cada 40 años– en el cual se puede ver que en las primeras obras hay una conexión con las nuevas”.
Las obras reflejan “un proceso de individuación también, como un camino en el que se va hacia la esencia. Como que ahora hay una economía de medios. También en el tiempo reciente he trabajado mucho con las energías. He estado en contacto con un grupo que trabaja las energías y se podría decir que son como chamanes. Hoy el mundo de las energías es uno de los que más me interesa. Por ejemplo, Satilúrica y Soplo animal, esta última de 1976, antes de irme a Francia”.
La muestra, un parteaguas
para Kaminer, tiene un catálogo con textos de Josette Rasle y Jaime Moreno Villarreal.