Será en diciembre próximo, según se tiene previsto, cuando el Colectivo Espacial Mexicano, integrado por un grupo multidisciplinario de 11 artistas nacionales, coloque en órbita el satélite Ulises I, cuya misión es extender más allá de las fronteras terrestres una muestra heterogénea de la producción artística que tiene lugar actualmente en el país.

La noticia fue confirmada a La Jornada por Juan José Díaz Infante, impulsor de este singular proyecto artístico y tecnológico –acaso más propio de una historia de ciencia ficción–, quien es coordinador del mismo, así como curador de la exposición en la que se da cuenta del proceso que ha seguido hasta la fecha esta interesante iniciativa.

Esta muestra fue inaugurada la noche del pasado jueves en la Fonoteca Nacional, durante la apertura del segundo Festival Play! 2011, cuyas actividades tendrán lugar hasta el 29 de julio, tanto en ese recinto como en el Laboratorio Arte Alameda.

El origen del satélite Ulises I, cuenta en entrevista Díaz Infante, tiene que ver con lo que sucede en varios puntos del mundo en los que artistas de vanguardia se han interesado en maridar la poética del arte con los adelantos de la tecnología para construir una nueva forma de discurso y eliminar todo tipo de fronteras.

Hay en esto una necesidad de detonar el sentido de exploración, de ir hacia adelante y arriba; en nuestro caso, afortunadamente, se presentó la posibilidad de enviar algo al espacio, agrega el polifacético artista, quien ha participado también en la organización del Festival de artes electrónicas Transitio y el Encuentro de Ciencia y Arte.

Para dar vida a este proyecto –cuya realización es posible gracias a la Fonoteca Nacional, como parte de su auspicio al Festival Play! 2011– fue convocado un numeroso grupo de técnicos, académicos, ingenieros y científicos mexicanos, el cual se ha encargado de la parte tecnológica.

En tanto, el diseño del contenido ha congregado a algunos de los más importantes y reconocidos músicos y artistas sonoros y visuales del país, integrados bajo el nombre común de Colectivo Espacial Mexicano.

La lista incluye desde el compositor Arturo Márquez hasta el artista sonoro Ariel Guzik, así como a Omar Gasca, Marcela Armas, Ramsés Luna, Hugo Solís, Gilberto Esparza, Arcángel Constantini, Iván Puig y al grupo Cabezas de cera.

El Ulises I, grosso modo, está concebido como un instrumento y dispositivo de experimentación sonora que durante cuatro meses orbitará a 300 kilómetros de distancia de la Tierra para transmitir su señal desde el espacio, precisa Díaz Infante.

El lanzamiento es posible gracias a una empresa estadunidense dedicada a esa actividad. El plan es que esté en órbita en diciembre, pero para ello se deben cumplir antes con una larga serie de requisitos técnicos y burocráticos, con organismos tanto nacionales e internacionales, entre ellos el Departamento de Defensa de Estados Unidos, el Pentágono y la Nasa.

El satélite, de acuerdo con el promotor cultural, pasará tres veces al día sobre el territorio nacional y emitirá sendas señales durante 10 minutos, las cuales podrán ser recogidas por banda civil.

Los interesados podrán acceder a ellas mediante la Fonoteca Nacional o bien mediante streamings, como se denomina a la transmisión de audio y video por Internet.

Por otro lado, este segunda versión del Festival Play! 2011 lleva por título Transdisciplinas e imaginación: medios para proyectar nuestro futuro, y el hilo conductor que la rige es explorar el tema del descubrimiento de nuevos instrumentos inesperados en el entorno cotidiano.

El propósito, precisa Díaz Infante, es reflexionar acerca del recorrido de lo humano a lo digital, de la presencia física a la llamada interfase o interfaz, que en informática representa una suerte de presencia virtual o conexión con otras realidades.

Además de la exposición sobre el proceso de construcción del satélite, el programa incluye una muestra más, integrada por una serie de instrumentos diseñados e inventados por el grupo Cabezas de cera. Ambas tienen como sede la Fonoteca Nacional, donde permanecerán abiertas hasta el 29 de julio.

De igual manera, se presenta en ese mismo lugar la instalación sonora China, de Roberto Arcaute, la cual consta de una jaula gigante con canarios que interactúan con dos theremines (instru- mentos electrónicos) para integrar una pieza musical aleatoria en permanente construcción.

El programa contempla diversas actividades académicas, talleres y conciertos, las cuales concluirán este domingo.