Debe invertirse en tecnología del agua; reto apremiante, advierte
Lunes 20 de junio de 2011, p. 45
Dado su alto nivel de vulnerabilidad ante los efectos del cambio climático, México tendría que apresurarse en invertir en tecnología del agua y en formar cuadros profesionales que puedan resolver esos retos.
Esto lo afirmó el director del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), Polioptro Martínez Austria, quien advirtió que en los próximos años habrá una combinación de sequías más intensas, con inundaciones y lluvias más frecuentes.
En entrevista con La Jornada, antes de su participación en la última mesa del seminario Agua y territorio: derechos de los ciudadanos y organización administrativa, el funcionario subrayó que el recurso natural que se verá más afectado por el calentamiento global es el agua, debido al probable incremento de la temperatura en dos grados centígrados o más en el planeta.
Según estudios del Banco Mundial, indicó, 80 por ciento de los recursos que harán falta para adaptarse a las nuevas condiciones del cambio climático deben destinarse al cuidado del líquido.
En México, una de las principales consecuencias de dicho fenómeno será la aparición de sequías más largas e intensas y, al mismo tiempo, periodos de lluvia más cortos pero más fuertes, lo que provocará mayores inundaciones.
“Esta combinación es la más desafortunada, porque vamos a tener menor disponibilidad de agua, y a la vez tendremos que proteger más a nuestra población contra los desastres naturales fuera de temporada, como el huracán Alex”, que azotó el noreste del país en julio de 2010.
Si las previsiones se cumplen, alertó Martínez, el promedio de lluvias en México se reducirá en 17 por ciento a mediano plazo, con la consecuente escasez de agua, lo cual únicamente podrá resolverse incorporando tecnologías que permitan un uso más racional y eficiente del líquido en actividades urbanas, industriales y agrícolas.
Según el director del IMTA, México es uno de los países que mejor se han preparado para enfrentar el cambio climático, pero también es uno de los más expuestos a él –está entre quinto y décimo lugar mundial–, por lo que llamó a invertir mucho más en la formación de especialistas que sepan enfrentar este reto.