El incremento en las importaciones de baterías de plomo usadas de Estados Unidos pone en riesgo la salud de los mexicanos al aumentar la exposición a ese metal. Sólo en un año, entre 2009 y 2010, se duplicó la venta de ese material de desecho que se utiliza en diferentes tipos de vehículos.

Alrededor de 12 por ciento de las baterías usadas generadas en Estados Unidos son vendidas a México, indica el informe Exportando riesgos: envíos de baterías de plomo usadas desde Estados Unidos hacia México aprovechan la debilidad de las normas de protección ambiental y de salud de los trabajadores, realizado por las organizaciones Occupational Knowledge (OK) International, de Estados Unidos, y Fronteras Comunes, de México.

Las baterías de plomo se utilizan principalmente en automóviles y camiones, así como en torres de telefonía celular, sistemas de energía solar, carros de golf y montacargas.

El documento indica que aunque los gobiernos diseñan iniciativas para detener la exportación de basura electrónica a países en desarrollo, incluyendo, entre otros, computadoras, televisiones y teléfonos celulares, las baterías de plomo y su reciclaje pueden causar una importante contaminación y efectos negativos en la salud de niños y adultos, que debe ser tomada en cuenta.

Agrega que los gobiernos de ambos países han permitido la exportación de baterías de compañías de Estados Unidos a México, donde no hay ni la capacidad regulatoria ni la tecnología necesaria para un reciclaje seguro.

A partir de que Estados Unidos hizo más estrictos sus estándares para el aire en 2008, se ha dado un aumento significativo en las exportaciones de baterías de plomo hacia México, lo que contribuye a aumentar la exposición laboral y ambiental, que supera ampliamente los niveles de plomo permitidos por el gobierno de Estados Unidos, agrega.