Édgar Millán Gómez fue baleado en su propia casa cuando regresaba de su trabajo
El sicario pertenecía al cártel de los Beltrán Leyva, quienes ordenaron la muerte del agente
Domingo 12 de junio de 2011, p. 14
Alejandro Ramírez Báez, integrante del cártel de Sinaloa y autor material del homicidio del Coordinador General de Seguridad Regional y Proximidad Social de la Policía Federal, Édgar Eusebio Millán Gómez, el 8 de mayo de 2008, fue sentenciado por un juez federal con sede en Jalisco, a 60 años de prisión.
La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) dio a conocer que Ramírez Báez fue sentenciado, gracias a que el juez de la causa consideró acreditada la responsabilidad penal en la comisión de los delitos de homicidio calificado, homicidio en grado de tentativa y portación de arma de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, por lo que le impuso la pena de 60 años de prisión y una multa de 55 días de salario mínimo
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De igual manera fue sentenciado a un año y siete días de prisión Gerardo Antonio García Antunez, El Jerry, por su responsabilidad en la comisión del ilícito de posesión de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Horas antes del atentado, Édgar Millán había encabezado un operativo en contra de integrantes del cártel de los hermanos Beltrán Leyva (ya habían roto su sociedad con Joaquín El Chapo Guzmán), y se había capturado a nueve presuntos sicarios en Xoxocotla, Morelos.
Las investigaciones del Ministerio Público Federal determinaron que Alejandro Ramírez Báez se escondió durante horas en la zona del estacionamiento del condominio que se localiza en la calle de Camelia 132, en la colonia Guerrero de la ciudad de México, y cuando el jefe policiaco iba a descansar, su asesino disparó en varias ocasiones, pero Édgar Millán alcanzó a abalanzarse contra su agresor, lo golpeó y luego lo azotó contra el piso.
Édgar Millán le exigió que le revelara el nombre de quien lo había enviado a matarlo, pero el homicida logró escapar.
Nueve tiros recibió Millán Gómez, quien era uno de los hombres más cercanos a Genaro García Luna, actual secretario de Seguridad Pública federal. Los nueve disparos los aguantó de pie, esperó a que llegara la ambulancia y en tanto daba órdenes a su escolta, pero se estaba desangrando y falleció antes de recibir la atención médica en un hospital.
Asimismo, las indagatorias detectaron que Alejandro Ramírez Báez pertenecía al cártel de Sinaloa, pero tras su división, los hermanos Beltrán Leyva ordenaron la muerte del jefe policiaco, supuestamente en venganza por las detenciones de integrantes de su grupo criminal.