Cobró el último dinero que le debía Dorados
Sábado 28 de mayo de 2011, p. a18
Aunque ayer cobró los últimos pesos
que le debía el club Dorados, el técnico uruguayo Hugo Fernández confesó no estar satisfecho, porque lo que debió arreglarse en cinco minutos
demoró más de tres años.
Al abandonar la sede de la Federación Mexicana de Futbol, el timonel exoneró a la institución y culpó de todo al presidente del equipo sinaloense, José Antonio Núñez, con el argumento de que él fue quien mintió a todo mundo.
Por esas mentiras, según él, perdí tres años
de trabajo, pues durante todo ese tiempo no pudo dirigir a ningún club mexicano.
Para Fernández todo debió haber terminado el 25 de febrero de 2008
, cuando la Comisión de Controversias de la FMF determinó que Dorados debía pagarle 2 millones 226 mil pesos, tras despedirlo en enero de ese año.
El calvario para el entrenador empezó al demandarlo el equipo de Culiacán. Como el equipo aseguró que le dio una camioneta por los adeudos que tenía con él y se quejó ante la justicia, en la FMF suspendieron el pago de los más de 2 millones de pesos hasta aclarar la situación.
Mientras Fernández buscaba demostrar que la camioneta la compró con su dinero, tuvo algunas ofertas para dirigir, como la del Veracruz, pero en la misma federación se lo impidieron. No de manera oficial, pero recordó a los directivos interesados que debían tener autorización de Dorados.
Por eso en enero pasado el uruguayo amenazó con demandar también a la FMF, ya que responsabilizaba a Justino Compeán, Decio de María y a Enrique Bonilla, presidente, secretario general y director deportivo, respectivamente, de congelar el proceso.
Además, denunció que le querían pagar 500 mil pesos menos de lo que le debía Dorados, pero ayer cobró lo último que le adeudaban y por eso meditará si demanda ante la justicia al presidente del club. Confió que sus abogados quieren que lo haga, pero tiene dos años para tomar una decisión.
Aunque este año consiguió trabajo en el Puebla como director deportivo, recordó que lo suyo es dirigir.