Integrantes de organizaciones estudiantiles de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) afirmaron que la propuesta para impulsar el ingreso de miles de jóvenes egresados del bachillerato tecnológico a las filas de la policía, no sólo es una salida falsa al problema del desempleo juvenil, también abona a una visión en donde o somos delincuentes o carne de cañón para combatir la violencia.

Ubaldo Oropeza, de la UAM-Iztapalapa, destacó que muchos estudiantes del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) y de los bachilleratos tecnológicos enfrentan malas condiciones para continuar sus estudios, pero tienen claro que no desean caer en la violencia, ya sea por delinquir o porque ellos deban aplicarla contra los demás.

Anunció que como parte de las acciones de la próxima jornada de lucha de los aspirantes no aceptados en la educación superior, se incluirá nuestro enérgico rechazo a este tipo de propuestas, pues el gobierno federal sólo nos quiere como carne de cañón en su estúpida guerra contra el narcotráfico.

Al respecto, estudiantes del IPN señalaron que hay mucha presión tanto de nuestras familias como de la sociedad para ser aceptado en alguna institución pública de educación superior, y si no lo logras, simplemente se cancela tu futuro. Ahora nos dicen que sí podemos seguir con nuestra educación, pero debemos ser policías, cuando lo que pedimos es un alto a la criminalización a que somos sometidos, que nos den acceso a la universidad y un empleo seguro.

Nadie puede creer, agregaron, en un gobierno que primero “nos orilla a ingresar a la delincuencia organizada porque no nos da ninguna oportunidad, y por otra nos dice ‘vamos a darles chance de ser policías’; de cualquier forma sólo es un camino hacia la violencia, que es lo que no queremos”.

Adriana Torres, estudiante de ingeniería mecatrónica en el Poli, destacó que me dedicaría a cualquier otra cosa y no policía, porque no todos tienen vocación para ese tipo de actividades y tarde o temprano van a tener que enfrentar algún riesgo que puede poner en peligro tu vida, sin que esto garantice que se va a terminar con el narcotráfico o la inseguridad.