Entre la superficie devastada por los incendios de Coahuila que hasta el jueves pasado abarcaba 193 mil hectáreas, las 17 mil 400 correspondientes a la reserva de la biosfera Maderas del Carmen tardarán hasta 40 años en recuperarse.

Hasta el 18 de abril todavía no resentía daño el perímetro de 208 mil hectáreas de coníferas y otra vegetación enclavado entre los municipios de Melchor Múzquiz, Ocampo y Ciudad Acuña, declaró ese día en conferencia de prensa el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Rafael Elvira Quesada.

Hoy se sabe que la fauna de la región también sufrió las consecuencias, y entre las 400 especies atrapadas por el fuego hay venados cola blanca, osos y aves como pájaros carpinteros, gorriones y guajolotes silvestres pero su número no puede calcularse, informó este sábado en Saltillo el jefe de la Unidad de Sinergia Institucional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Marco Antonio González Galindo.

Daños en islote de 300 años

Aunque el incendio duró una semana y fue sofocado el 10 de abril, también afectó un islote de palma yuca existente hace al menos 300 años, donde habitaban múltiples especies; pero la magnitud del daño que hasta el pasado martes abarcaba 221 mil hectáreas –6 mil 800 de arbolado adulto– será redefinida por las autoridades federales y estatales el próximo martes.

En tanto, la labor de los brigadistas y las lluvias y granizadas de días recientes ayudaron a controlar 85 por ciento el fuego en el predio de El Bonito en Acuña y 80 por ciento en La Sabina de Múzquiz, informó la Semarnat en un comunicado.

En Quintana Roo fuentes oficiales informaron que 38 incendios calcinaron 600 hectáreas pero fueron sofocados, mientras los aún activos abarcan 5 mil 500 principalmente de la reserva de la biosfera de Sian Kaan, en la zona maya; San Pedro y Coquitos del municipio de Benito Juárez, y Laguna Costa Rica y Santa Julia de Lázaro Cárdenas, colindante con Yucatán; pero hay otros siete de menor tamaño en distintas ubicaciones.

El viernes por la tarde comenzaron a quemarse decenas de hectáreas de pastizal y encinos en la serranía de los municipios de Temósachi, Guerrero y Bocoyna, Chihuahua, informó la Conafor. Expuso que los brigadistas luchan por contrarrestar el siniestro cuyas humaredas y llamas pueden observarse desde satélite.