Tienen autorización para derribarlos, por estar dañados: ecologistas
Domingo 24 de abril de 2011, p. 25
Los taladores de madera son los más beneficiados por las plagas del gusano descortezador y del muérdago, que afectan la zona de reserva de la biosfera de la Sierra Gorda, pues al estar dañados los árboles, ellos tienen autorización para derribarlos, indicó el Grupo Ecológico Sierra Gorda.
El asistente técnico de la agrupación, Roberto Pedraza Ruiz, explicó que las principales afectaciones ocurren en la zona de conservación de los municipios de Landa de Matamoros y Jalpan de Serra, pues ante la falta de agua, los árboles se tornan débiles con la proliferación de plagas y con la ausencia de un adecuado programa de control no existe impedimento para ser cortados.
Señaló que es un problema serio
porque hay tala de cientos de ejemplares bajo la justificación de que están infectados con la plaga del muérdago que es una planta parásita y el gusano descortezador que es un escarabajo.
Explicó que las altas temperaturas y la falta de agua crean el ambiente idóneo para que el gusano descortezador se reproduzca. El escarabajo encuentra su hábitat en la corteza de los pinos y para erradicar el problema, las autoridades en materia ambiental deberían actuar a tiempo
, dice.
La reserva de la biosfera Sierra Gorda tiene extensión de 383 mil 567 hectáreas, donde hay más de mil 800 especies de plantas, 131 especies de mamíferos y 363 de aves como jaguares, osos, guacamayos y loros de cabeza roja.
Cítricos libres de mosca en 26 municipios de SLP
En contraste, un total de 26 municipios de San Luis Potosí, quedaron libres de la mosca de la fruta en cultivos de naranja y mandarina, informó el comité estatal de sanidad e inocuidad que trabaja en coordinación con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
El organismo resaltó que la productividad alcanzó 92 mil toneladas, superior a las 20 toneladas por hectárea que se producían, y se obtuvo mejor calidad en el producto, con precios superiores, lo que genera una derrama de 460 millones de pesos y 13 mil 600 empleos en tres municipios.
Explicó que en la zona de río Pinihúan, municipio de Lagunillas, aumentó en 6 por ciento la producción, al pasar de 10 mil 370 toneladas a 10 mil 980 en 610 hectáreas cultivadas. La tonelada de cítricos se vende hasta en 3 mil 800 pesos. En la zona de Rioverde y Ciudad Fernández aumentó la superficie cultivada de 3 mil 975 hectáreas a 4 mil 183, debido a la rentabilidad del cultivo, por lo que fruticultores y ayuntamientos resultaron beneficiados al generarse más empleos para los productores.