El titular de la Secretaría de Gobernación, Francisco Blake Mora, se reunió ayer con el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame. El encuentro privado se realizó en el palacio de Cobián un día después de que el procurador de aquella entidad, Pedro Luis Benítez Vélez, dijo en reunión con diputados locales y dirigentes estatales de partidos políticos –de acuerdo con una fuente extraoficial– que ex militares y soldados en activo son los responsables del asesinato de Juan Francisco Sicilia, hijo del poeta y periodista Javier Sicilia, y de otras seis personas.

El procurador afirmó el jueves pasado que entre los responsables del multihomicidio había ex servidores públicos, sin precisar si eran militares, policías ministeriales o estatales, porque, señaló, revelar esos datos afectaría la investigación. Una fuente que asistió al encuentro indicó que el funcionario aseguró que soldados y ex militares perpetraron el asesinato múltiple y que pertenecerían a una organización criminal que opera en Guerrero y Morelos (La Jornada, 5 de abril).

El encuentro de Blake con el mandatario de Morelos fue por la mañana y no hubo información oficial de lo tratado, pero trascendió que el tema central fue el caso del homicidio colectivo en aquella entidad.

Para la Secretaría de Gobernación es injusto, inapropiado e incorrecto adjudicar a las víctimas del narcotráfico la calidad de daños colaterales. Considera que deben diferenciarse las muertes ocurridas durante enfrentamientos de presuntos delincuentes con fuerzas federales de las perpetradas por criminales.

“Las víctimas colaterales son víctimas de los grupos criminales, con independencia de los incidentes que pudiera haber, donde usted me podría decir: ‘bueno, esta bala salió de aquí para allá’. Sí, pero el hecho es que quienes se pusieron al margen de la ley, a quienes se debe someter en determinado momento, son criminales”, sostuvo Juan Marcos Gutiérrez, subsecretario de Gobierno de la dependencia.

El funcionario expresó lo anterior a pesar de que desde abril de 2010 integrantes del Consejo de Seguridad Nacional –como el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, y el entonces titular de Gobernación, Fernando Gómez Mont– calificaron de daños colaterales lamentables las muertes de civiles ocurridas durante operativos de las fuerzas federales. Incluso, el presidente Felipe Calderón dijo, también el año pasado, que las muertes de civiles han sido las menos.

Ayer, Gutiérrez declaró en entrevista que en México no se vive una guerra sucia y repitió el argumento del gobierno federal acerca del papel que ha desempeñado el Ejército desde 2006 en tareas de seguridad pública; señaló que los militares actúan en el marco del derecho y para coadyuvar en la lucha contra la delincuencia mientras se fortalecen las policías locales. De ahí que su participación es totalmente justificada y apegada a la ley.

Acerca del caso de Juan Francisco Sicilia, pidió esperar el resultado de las indagatorias, aunque en principio aseveró que si fueron ejecutados se está ante la actuación de delincuentes, hayan sido o no uniformados.

Respecto de las versiones que apuntan al posible homicidio por militares, expresó: “Si hubo personas ejecutadas, entonces son víctimas. No hay que confundir los daños colaterales con las víctimas; son víctimas que merecen justicia y la circunstancia amerita profundas investigaciones para dar con los responsables. Si un ex policía se convirtió en criminal, entonces no es más que eso, un criminal”.