La CNT estrenó obra de la dramaturga
En el porfiriato metían a la cárcel o mataban a los disidentes; ahora también, dice a La Jornada
Miércoles 6 de abril de 2011, p. 5
Con el punto de vista de tres mujeres dirigentes y activistas que fueron importantes en la Revolución Mexicana, las cuales dialogan sobre su lucha en ese contexto, se puso en escena la obra de Estela Leñero Soles en la sombra, el viernes primero de abril en la sede de la Compañía Nacional de Teatro (CNT).
Me interesó abordar a las mujeres como líderes, gestoras, generadoras de ideología, escritoras, intelectuales, dirigentes. Quise que fueran diferentes entre sí: extracción social e ideología y, a partir de la diferencia, qué es a lo que el teatro se aboca y entablar el diálogo
, dice la dramaturga a La Jornada.
La autora rescata la vida de Juana Belén Gutiérrez, anarquista, directora del periódico de combate Vésper y coronela del Ejército Libertador del Sur; la de María Talavera, quien junto con Ricardo Flores Magón sufrió cárcel y se integró al activismo anarquista en Estados Unidos, y la de la hija de hacendados Leonor Villegas, directora de la Cruz Blanca y participante del carrancismo. Todas ellas inspiradas por el amor a un ideal.
Mujeres que tuvieron un papel protagónico, comenta Leñero: Juana Belén, por ejemplo, fue fundamental para enfrentarse y cuestionar la dictadura de Porfirio Díaz, un tiempo en que hablar te llevaba a la cárcel. Las palabras o la denuncia eran peligrosas, y ella nunca dejó de expresarse. Así transitó por los diferentes procesos de la Revolución
.
Nunca se conocieron
La propuesta dramatúrgica del montaje escrito para la CNT, con dirección de Claudia Ríos, consiste, según Leñero, en exponer con esta trilogía de personajes la realidad de ese tiempo, más allá de las importantes y conocidas adelitas
.
Gutiérrez, Talavera y Villegas habitaron ciudades distintas, participaron de diferentes movimientos, coincidieron ideológicamente en algunos aspectos, pero nunca tuvieron un encuentro. La maravilla del teatro es que hace posible conjuntar en la ficción, rebasar los límites temporales y espaciales de la realidad para crear una teatral, donde pueden verse a sí mismas y a las otras. En una indagación acerca del sentido y de aspectos de su historia que no logran aclararse
.
Leñero, quien estudiaba el anarquismo, agradece a Luis de Tavira la concepción de Soles en la sombra, quien “de parte de la CNT me puso un reto: ‘¿Qué tal que hablas de las mujeres anarquistas?’ Me pareció un desafío fascinante sobre un tema poco indagado. Me abrió la posibilidad de conocer este mundo”.
Por otro lado, la también antropóloga deplora que al referirnos a esa gesta armada parece que hablamos del presente, porque la demanda de justicia y libertad fue traicionada por los líderes. “Y esa es la desgracia de nuestro país ahora. A mí me parece, por eso, tan fundamental el pensamiento anarquista, porque su premisa es luchar para destruir el poder, no para convertirse en otro poder. Aunque es una utopía, el movimiento hacia ella es la que genera la liberación.
En la época de Díaz metían a la cárcel o mataban; ahora también. Digna Ochoa: su muerte permanece impune alegando una legalidad y unos argumentos absurdos de suicidio. Vamos viendo la censura, el terror, las huelgas reprimidas. Parece que estuviéramos en 1910. La persecución a comunidades autónomas y a líderes zapatistas es la misma.
Leñero reconoce la presencia de dirigencias femeninas hoy. “Hay gran cantidad de mujeres líderes en los movimientos urbanos, generadoras de corrientes de opinión. El zapatismo tiene muchas en puestos clave; en el movimiento de huelga de las empresas mineras, Pasta de Conchos, Cananea y El Cubo juegan un papel esencial. Por otra parte, están las condiciones de inseguridad en las que las mujeres nos vemos envueltas, donde la evidencia de los feminicidios es perturbadora”.
La puesta en escena, con entrada libre, se presenta jueves y viernes a las 20 horas; sábado a las 19 y domingos a las 18 horas. La temporada concluirá el 24 de abril en la sala de la casa de la CNT (Francisco Sosa 159, Coyoacán).