El presidente Saleh admite que no controla todo el territorio
Martes 29 de marzo de 2011, p. 30
Adén, 28 de marzo. Una serie de explosiones en una fábrica de balas en el sur de Yemen dejó hoy por lo menos 110 muertos, cuando residentes ingresaron a robar municiones en la sureña provincia de Abyan, asaltada el domingo por presuntos militantes de Al Qaeda.
Al parecer, indicó Reuters, militantes de Al Qaeda expulsaron a las fuerzas del gobierno de la localidad de Jaar, provinca de Abyan.
Naser Mansari, funcionario de la provincia de Abyan, informó que 55 cadáveres fueron identificados
. La mayoría de las víctimas, entre ellas 20 mujeres y algunos niños, fueron enterradas casi de inmediato, según la tradición musulmana, agregó.
Las víctimas eran civiles que entraron a la fábrica para tratar de recuperar armas y municiones un día después de una operación de Al Qaeda, que atacó esta unidad de producción militar y se llevaron cajas de municiones, añadió.
El comando de Al Qaeda, integrado por unos 30 encapuchados, embarcó las cajas de municiones a bordo de cuatro camionetas antes de abandonar el lugar.
Testigos dijeron que los estallidos, posiblemente provocados por un cigarrillo, causaron un gran incendio en la fábrica.
Este accidente es una verdadera catástrofe
, declaró un médico.
La planta, heredada de la era soviética, cuando la ex república de Yemen del Sur era aliada de Moscú, producía balas para los fusiles de asalto Kalashnikov.
La portación de armas es una especie de deporte nacional en Yemen, cuya población es de 24 millones de habitantes y el número de armas es estimado en 70 millones de unidades.
La situación en la provincia de Abyan ilustra el escaso control que ejerce el poder central del presidente Alí Abdalá Saleh en importantes regiones del país, según algunos analistas.
Saleh reconoció implícitamente ante dirigentes de su partido, el Congreso Popular General, que no controlaba todo el país. También aludió a la escasez de gas y combustible en la capital, al señalar que hay carreteras bloqueadas por los opositores y los rebeldes.
Saleh, aliado de Estados Unidos, lucha por mantenerse en el poder después de dos meses de revueltas. Es presidente de Yemen desde hace 32 años.